Por cada litro de leche producido las vacas necesitan por lo menos 3 litros de agua. «Cuando a nuestras vacas en producción, se le suministra agua fresca; mejoramos el consumo de agua y por ende come mucho más; lo que nos permite aumentar la producción de leche», expresó el ingeniero agrónomo y especialista en Producción Lechera de la UNL, Franco Torossi.
En cuanto a las cantidades de agua para el rodeo lechero, precisó que «por cada kilo de materia seca consumido se usan 5 litros de agua y por cada litro de leche producido las vacas necesitan 3 litros de agua».
A modo práctico ejemplificó: un rodeo que se encuentre en 30 litros demandará al menos 100 litros de agua fresca por vaca y por día. Si a eso uno le agrega en ciertas condiciones del año las condiciones externas como humedad y temperatura suelen ser extremas, la cantidad que debemos suministrar es aún mayor, llegando a 150 litros.
Entonces si nuestro rodeo tiene 100 vacas en ordeñe se necesitarán 15.000 litros de agua por día, sin contar el resto de las categorías (pre parto, secas, recría).
«Cuando crucemos la demanda con la oferta que tengamos en el campo (capacidad de los bebederos) estaremos sabiendo si es necesario o no realizar este tipo de inversión», manifestó el agrónomo.
¿Cómo se comporta el rodeo?
«El comportamiento frente a la aguada o bebedero de las vacas se presenta con un consumo rápido y si no lo pudieran hacer el consumo de agua disminuirá y se resentirá la producción de leche. Es bueno recordar que si restringimos el consumo de agua en un 40% por diversos motivos (falta de aguadas o grandes distancias) la producción puede verse resentida en un 20%, advirtió Torossi.
Espacios y capacidades
El especialista recomendó contar con 4 metros libres alrededor de los bebederos, para evitar amontonamientos o empujones y que las vacas primíparas puedan beber sin tener miedo al resto del rodeo.
En cuanto a la temperatura del agua, la bibliografía indica que entre 15°C y 17°C se logra máximo consumo, por ende más que la capacidad de los tanques y bebederos es importante lograr que ambos se llenen de manera rápida y asegurar el correcto funcionamiento de los flotantes o bombas sumergibles. «La vaca prefiere siempre agua fresca», sostuvo.
Agua limpia: ¿importa?
Con el solo hecho de limpiar un tanque lograremos impacto en la producción de leche, ya que la vaca prefiere como mencionamos anteriormente agua fresca y limpia. En relación a la calidad, preferentemente que sea libre de bacterias, químicos o materia orgánica y con una moderada concentración de sales. A modo bien sencillo un agua de calidad debería tener al menos los siguientes parámetros:
«Si luego de un análisis observamos altos niveles de sales y sulfatos veremos de manera indirecta cómo las vacas merman su consumo y las diarreas como la aparición de algunas enfermedades será causa común. También pueden verse alterados los sólidos en leche», puntualizó.
«Para categorías de recría o terneros en estaca, sería deseable diluir con agua de otro molino de mejor calidad o agua de lluvia que pueda reciclarse, el agua ´dura´, ya que la misma ocasiona trastornos digestivos en estos animales», advirtió.
Fuente, suministro y ubicación
Los bebederos de tipo grupal son recomendables para sistemas de estabulación libre y al menos planificar dos para que las vacas de primer parto tengan oportunidad de beber. Cada uno debe tener 300 litros de agua y el suministro ser de al menos 10 litros el minuto.
Las vacas tienden a beber la máxima cantidad de agua en el día cerca o en el momento pos ordeñe, por lo que convendría contar con al menos a la salida de la sala y no tan bajos para evitar contaminarlo con heces u orina.
«Repasando los puntos anteriores y realizando los ajustes necesarios que haya que hacer en el tambo podremos cubrir la demanda de todos los animales de algo tan importante como el agua de bebida», concluyó Torossi.
Publicado en el diario La Voz de San Justo ( www.lavozdesanjusto.com.ar )