Esto debido a que el intestino es considerado como el segundo cerebro del cuerpo, dado que contiene más de 100 millones de neuronas y es en donde se producen neurotransmisores relacionados con el humor y la concentración.
“Es importante revisar la importancia de la leche y sus derivados para el sistema digestivo. No solo porque es fundamental para procesar y absorber de manera adecuada los alimentos, sino también para calmar la ansiedad, concentrarse, desechar los residuos del cuerpo, entre otras bondades que muchas veces se desconocen”, explica la Dra. Ana Altamirano, nutricionista de Vita Alimentos.
¿Cuáles son los beneficios?
Antes de revisar uno a uno los beneficios de la leche y los lácteos para el sistema digestivo, es importante entender cómo se genera esta relación. La nutricionista de Vita Alimentos, explica que los macronutrientes que la dieta provee: proteínas, grasas e hidratos de carbono, son metabolizados, absorbidos y eliminados por el aparato digestivo y de él depende una adecuada provisión de nutrientes al resto del cuerpo. Cuando el aparato digestivo recibe un adecuado equilibrio de nutrientes, las funciones gastrointestinales van a trabajar adecuadamente. Sin embargo, una disfunción del aparato digestivo provocada por una mala dieta va a influir en la energía que una persona necesita y con ella un declive en sus funciones neuronales, cambios de humor y problemas de concentración.
1.Fortalecimiento del sistema inmunológico
Los lácteos y sus fermentos como el yogur contribuyen a la microbiota intestinal y ésta a la salud inmunológica. Cabe destacar que, la digestión de las proteínas comienza en el estómago mediante la acción de enzimas digestivas y su absorción se realiza en el intestino delgado en forma de aminoácidos. A través de esta función, es posible la reparación y regeneración de tejidos intestinales, lo que fortalece el sistema inmunológico intestinal.
2.Garantizan la motilidad intestinal
La grasa y los hidratos de carbono de la leche y los lácteos como los almidones, fibra, lactosa, entre otros, cumplen con la importante función de proporcionar combustible para las funciones digestivas y metabólicas, además su aporte de fibra contribuye a mantener la motilidad intestinal. Esto debido a que la lactosa presente en la leche otorga energía a las células para su adecuado funcionamiento, pero se debe evaluar su tolerancia ya que las personas que carecen de una enzima llamada lactasa podrían presentar trastornos gastrointestinales. Es decir, constituyen el motor para que el sistema digestivo opere de manera óptima desde que los alimentos ingresan por la boca hasta que son eliminados.
3.Facilitan la evacuación intestinal
Las enzimas digestivas que se producen gracias a las proteínas también facilitan la descomposición de los alimentos.
4.Regulan el apetito
De igual manera, las proteínas ayudan a mantener la sensación de saciedad, ayudando a regular el apetito y promover una digestión más equilibrada.
5.Ayudan a regular la acidez estomacal
Esto gracias a que la leche y los lácteos son ricos en calcio, un micronutriente que es absorbido, metabolizado, transportado y regulado en el aparato digestivo. El calcio en los alimentos es descompuesto en el estómago por ácido clorhídrico y luego absorbido principalmente en el intestino delgado, en donde actúa como regulador de la acidez estomacal. La vitamina D de la leche también tiene un importante papel en este proceso, ya que ayuda en la absorción del calcio.
Además, tiene un importante aporte en cuidar de las membranas mucosas, ya que mantiene la integridad de la barrera intestinal y la protege contra la inflamación y la irritación.
¿Cómo sacarle provecho a los lácteos para mejorar la salud digestiva?
La nutricionista de Vita Alimentos recomienda consumir al menos dos vasos de leche al día. “Esto asegurará la estabilidad de varias funciones del sistema gastrointestinal, siempre que se elijan lácteos seguros, es decir libres de patógenos como la salmonella, y esto se logra con leche pasteurizada y ultrapasteurizada, y con la elección de derivados lácteos enriquecidos con probióticos como es el yogur”. En el caso de presentar problemas de intolerancia a la lactosa, se aconseja elegir leches deslactosadas o descremadas según su requerimiento.
Fuente: https://sialaleche.org/