En un establo abierto, todos los ventiladores deben soplar en la misma dirección que el flujo de aire natural.
Las vacas experimentan un efecto de enfriamiento cuando la velocidad del aire es superior a 2 metros por segundo. Una velocidad del aire superior a 2,5 m/s hace que las moscas de establo disminuyan considerablemente.
La altura mínima de colocación es de 2,7 metros desde la parte inferior del ventilador al suelo.
En cuanto a la posición para colgar: se debe priorizar un flujo de aire de enfriamiento sobre los cubículos, ya que las vacas pasan la mayor parte del día allí. Mantener al menos 1,5 m libres en el lado de succión del ventilador, usar soportes ya existentes para unir los ventiladores de 1,30 m con una cadena, colgar un ventilador de 1,30 m entre un cubículo doble, colgarlos en línea entre sí y no en lugares que estén al alcance de las vacas, no colocar cerca del pasillo de alimentación (el alimento se seca haciendo que las vacas elijan comer concentrados, conduciendo a acidosis ruminal). Otra desventaja, puede ser que las vacas se acuesten en la calle de alimentación, donde hay estiércol, aumentando el riesgo de infecciones de ubre (mastitis).
Se debe asegurar de que haya la menor cantidad posible de obstáculos en el flujo del aire.
En referencia a la inclinación, todo depende del tipo y diámetro del ventilador. Para uno de 1,30 m se recomienda un gradiente de 20º, para asegurar una distribución óptima del flujo de aire en un rango de 15 m de largo y 7 de ancho.
Respecto al número de ventiladores, un equipo de 1,30 metros genera una velocidad de aire de 2 m/s en una distancia de 15 m. Al colgar un nuevo ventilador a esa distancia, el aire ya en movimiento se aspira de nuevo y pasa al siguiente ventilador.
Controladores: se usan para hacer funcionar los ventiladores a baja velocidad durante los periodos menos calurosos. Un flujo de aire sutil suele ser suficiente para evitar condiciones de humedad y condensación en el establo.
Fuente: @vostermanscompanies