El empresario rosarino fue uno de los disertantes en una charla organizada la semana pasada por la consultora Agroeducación en la que se analizó el estado de situación y las perspectivas de los sectores de la maquinaria agrícola, frigorífico y lácteo.
Va a haber más oferta que demanda porque se frenó la demanda y la oferta sigue creciendo, todo justo cuando la Argentina llega al pico de producción, que hacia septiembre, arrancó su presentación. Según contó Boglione, la menor demanda mundial se sintió fuerte porque en China cayó estrepitosamente el consumo a raíz del impacto del Covid19. Allá el consumo de productos lácteos se realiza en bares y restaurantes que fueron cerrados en el marco de la pandemia, explicó. Creemos que tenían mucho stock, que ahora se les está terminando y en algún momento volverán a importar. Por ahora sólo hicieron algunas compras puntuales a Nueva Zelanda, dijo el industrial.
En Argentina, por el contrario, apenas se inició la cuarentena aumentó fuerte el consumo de lácteos. La gente al quedarse en su casa no tenía forma de gastar, salvo en alimentos. Pero en la medida de que la cuarentena se flexibiliza y la gente vuelve a salir, gastando más en nafta, sumándose a los problemas de empleo que están apareciendo empezará a disminuir su consumo, pero justo ahí es cuando tenemos estacionalmente el pico de producción en los tambos, explicó. En ese sentido, comentó que ya se está viendo el traslado a segundas y terceras marcas cuando, por el contrario, en el arranque de la cuarentena se vendían las primeras. En quesos se ve que la gente pasó de comprar los quesos caros y se vuelca a los cremosos. Y en la leche en polvo está bajando la cantidad comprando más la caja de 400 gramos en lugar de la de 800, detalló.
La exportación, que en Argentina representa el 20% de la producción, no va a poder canalizar la mayor oferta de leche, advirtió. Según los números que repasó Brasil está poco activo en el mercado y además los precios globales de la leche en polvo vienen en caída: hoy están a u$s2.700 la tonelada contra los u$s3.200 que supo estar a finales del año pasado. Además, en Argentina estamos castigado con retenciones y sin reintegros. En el mundo te pagan por exportar y en este país te cobran por hacerlo. Es más, esa presión fiscal nos quita competitividad, se quejó.
Hoy el tambo tiene un fuerte alivio en los costos porque bajó el precio del maíz. El tambo cobra el litro a $18.5 y el costo es de $14 por lo que esa brecha se irá cerrando hacia octubre/noviembre cuando llegue la mayor oferta, calculó. Boglione conoce al detalle los números de los tambos porque, además de industrial, es uno de los principales tamberos del país.
Finalmente, reclamó al gobierno mayor asistencia financiar a la industria. Hay que cambiar el discurso. Está instalada la diferencia entre pymes y empresa grandes y lo que hay que diferenciar es entre empresas de capital nacional y empresas extranjeras. Nosotros como empresa grande no tenemos acceso a las bajas tasas de interés de las empresas extranjeras y tampoco a los beneficios que se implementan para las pymes. Hay que apoyar a la industria nacional, resaltó.
Fuente: Portal Punto Biz
