Por primera vez representantes de las tres cámaras lecheras provinciales que agrupan a los productores de Buenos Aires mantuvieron una reunión virtual, en una iniciativa que retoma el camino del trabajo conjunto. Trabajarán en la imagen de la lechería como actividad vinculada al desarrollo y la generación de valor.
De esta manera, Santiago Peyre (foto de portada) y el actual presidente Juan Mario De Pian asistieron de manera remota por la Cuenca Mar y Sierras; mientras que Nicolás Beaudroit y Javier Linari participaron por Abasto; y Guillermina Mas y Matías Peluffo, en representación de los productores de la Cuenca Oeste (Caprolecoba).
Además del objetivo central de intentar un camino en conjunto y una unidad representativa, se trataron temas referidos al funcionamiento de los tambos en particular y de la lechería provincial, entre ellos la gestión de los purines y los requerimientos para los tambos para la adecuación a la nueva normativa. Consideraron la necesidad de lograr líneas de créditos y la confección de un documento donde se detalle el nivel de inversión necesaria, de acuerdo a las distintas escalas de tambos.
En cuanto a la transparencia e institucionalidad que se habían alcanzado con respecto a la comercialización a través de los datos difundidos por el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea), se consensuó la necesidad de reimpulsar y promocionar una mayor cantidad de análisis de leche y su diferenciación, así como también la importancia de avanzar en el mapeo de los tambos que pertenecen a cada cuenca.
Finalmente, la infraestructura también fue un tema que se puso en la agenda y la necesidad de reactivar el proyecto provincial sobre la mejora y arreglo de los caminos rurales. El propósito además de todas estas cuestiones es seguir aunando esfuerzos y criterios, compartiendo agendas conjuntas y gestiones de cada una de las cámaras
Tambo, buenas prácticas
Según reveló Peyré, conversaron, a su vez, sobre la importancia de establecer estrategias tendientes a difundir y trabajar en la imagen de la lechería como actividad vinculada al desarrollo y la generación de valor; y la relevancia de la promoción de las Buenas Prácticas Tamberas (BPT).
En este sentido, manifestó el interés de avanzar hacia un trabajo conjunto que permita evaluar el impacto de la actividad en la generación de trabajo.
Destacó que en Tandil hay alrededor de dos mil personas vinculadas laboralmente y en forma directa al tambo, mientras que indirectamente y relacionadas a la industria existe otro tanto más. Es justamente en este dato sobre el que trabajarán para lograr mayor conocimiento y por lo tanto, la idea es crear un grupo asesor que lo lleve adelante.
Consumidor informado
En cuanto a las Buenas Prácticas Tamberas, el integrante de la Cuenca Mar y Sierras señaló que son normas que apuntan a definir formas de producir y hacer el trabajo de manera tal que tenga coherencia “con lo que el consumidor está pidiendo”.
Referenció que en Europa, por ejemplo, están más avanzados en este sentido y aquí se pretende ir por el mismo camino. “El consumidor se está involucrando cada vez más en el origen de los alimentos y el proceso alimenticio”, explicó, asegurando que hay mayor interés sobre el cuidado del medioambiente y de los animales.
De todas formas, aclaró que aún no hay ninguna reglamentación establecida aunque anticipó que para lograrlo no hace faltan grandes cambios.
Gestión de efluentes, doble beneficio
De acuerdo al detalle que brindó el titular de la cuenca que comprende a Tandil, uno de los puntos relevantes del encuentro fue que lograron flexibilizar los tiempos para presentar proyectos sobre tratamiento de efluentes para poder avanzar con el cumplimiento de la normativa vigente, que por la pandemia se vieron retrasados. “Estábamos complicados para hacer lo que se tenía que hacer”, admitió.
Este es un proceso que se encuentra regulado, eso es un hecho y garantizó que se está cumpliendo, pero ante la llegada de la pandemia y sus restricciones se pidió mayor flexibilidad así como la posibilidad de acceder a líneas de crédito que permitan abordar el costo.
“Se está trabajando en esto hace cinco años, pero las inversiones para readecuar los tambos son muy importantes y muchas veces las empresas proveedoras no están en la misma ciudad y eso imposibilita la gestión para que lleguen los materiales a tiempo”, analizó.
Con respecto a los beneficios de avanzar hacia la gestión de los purines, contó que repercute en el medioambiente, previniendo la contaminación del suelo. A la vez, “si está bien armado” se podrán utilizar esos residuos ya tratados para esparcir sobre el campo en los forrajes que luego comerán las vacas, aportando una fertilización natural. O sea, que logra un circuito sustentable.
Esto último, según consideró el extitular de la cuenca, es el objetivo real a alcanzar, por lo tanto si no se logra reutilizar ese material para la fertilización, no se trata de un buen resultado del sistema y la obra estaría incompleta.
En un trabajo realizado por el INTA explicaron que estos dos aspectos (contaminante y materia prima) hacen de este residuo un recurso que es necesario administrar a partir de una planificación detallada del manejo, que incluya desde el momento en que se genera hasta su destino final.
“Básicamente son piletas de tratamiento donde, mediante un proceso bacteriológico, el agua descansa el tiempo necesario para que pueda ser utilizada luego como fertilizante”, explicó, sin entrar en el complejo mundo de la fórmulas que comprende.
Actualidad láctea
Finalmente, sobre la coyuntura que atraviesa la lechería, reveló que están “bien” y esperando que el crecimiento continúe. “La producción va lentamente en aumento”, dijo.
Destacó la buena articulación que están llevando localmente con el Clúster Quesero, a fin de generar más acuerdos para que desde Tandil puedan salir más quesos y no tanta leche fluida.
Por su parte, el precio actualmente está pasando “por un mal momento”, aunque manifestó que hay fuertes expectativas de que hacia fin de año vaya a mejorar.
Fuente: Diario El Eco de Tandil