El equipo de Análisis del Inta Lechero realizó una evaluación del impacto de la sequía en el año que pasó y trazó algunas perspectivas para el que viene. Desde el punto de vista metodológico se dividieron las explotaciones según su superficie y la cantidad de vacas en ordeñe.
Los resultados obtenidos están anualizados (año 2023) y de ningún modo pretenden ser concluyentes, debido a la heterogeneidad de situaciones climáticas y productivas actuales en las diferentes cuencas lecheras, por un lado, y a la incertidumbre acerca de las condiciones climáticas y de precios en el resto del año. Los indicadores productivos proyectados asumen un año con condiciones climáticas para el resto del año.
Se realizó una proyección de la oferta forrajera y de la disponibilidad de forrajes conservados para todo el ejercicio 2023, teniendo en cuenta el impacto del déficit de lluvias registrado en el primer trimestre del año y una tendencia a situaciones normales de lluvias y temperaturas el resto del año. Se asumió una disminución total anual de la oferta de pasturas del 12,6% y, del 45% para cultivos destinados a silaje de maíz y grano (información surgida de encuestas a referentes regionales de las diferentes cuencas lecheras pampeanas).
Como vocera de un equipo de trabajo amplio y comprometido, Laura Gastaldi tuvo a su cargo la lectura del contexto productivo y a partir de ello tiró algunas líneas para apreciar lo que viene.
¿De cuánto fue el recorte de lluvias desde que comenzó la sequía en 2020?
El último año que llovió dentro del promedio (medido en 10 localidades de la región central) fue en 2019 pues el año siguiente mostró un recorte de 278mm. En 2021 llovieron 106mm menos que el promedio y en 2022 fueron 288 por debajo de la media.
En el primer cuatrimestre de 2023 muestra un déficit de 203mm.
¿Cuál es la relación entre maíz y leche medido en dólares?
El promedio histórico tomado desde 2008 es de 2,08 kgs de maíz por litro de leche mientras que en el primer cuatrimestre de 2023 esa relación se redujo a 1.61 (en el gráfico la curva azul es el precio de la leche y en verde el registro del maíz). Los registros son en dólares americanos.
Para el análisis de la actualidad y la perspectiva, Laura Gastaldi contó que las explotaciones tamberas se dividieron en tres magnitudes en sistema pastoril con suplementación.
De todo el universo de establecimientos se seleccionaron los tambos de una eficiencia intermedia y de allí se construye este gráfico y recuerda Gastaldi que en este cuadro no ingresaron datos de tambos robotizados o altamente intensivos.
Sobre estos tres modelos se trabajó en el equipo del Inta, y se dieron magnitud a algunas variables sensibles en la producción tambera.
-Una de ellas es la oferta de pasturas y producción de reservas, con un impacto en los rendimientos y un mayor costo por kilo de materia seca;
-La otra es la compra de alimentos para compensar la menor producción de reservas, con el consiguiente cambio en la dieta y por supuesto más cara;
-Y la tercera es la producción de leche, que trajo consigo desprenderse de individuos y una alimentación más cara o de inferior calidad. Menos facturación y por ende un más fuerte impacto en la absorción de los costos fijos.
Proyección de producción estacional de pasturas
La recepción de informes y las consultas permiten una predicción es que en 2023 la reducción de la producción de pasturas esté en torno al 14%. En el primer trimestre (enero/marzo) la caída es del 40% pero en abril se redujo al 25%. Este es el gráfico que compartió el Inta:
En las barras amarillas pueden apreciarse los déficits pluviométricos y en las barras grises se aprecian las perspectivas de lluvias para los meses venideros. Como vemos los registros se aparean al clima normal.
Y al silaje de maíz, ¿cómo le impactó la sequía?
El equipo del Inta midió una caída del rendimiento del 45%, confirmado por la Bolsa de Cereales de la Ciudad de Buenos Aires.
La investigadora del Inta agradeció al ingeniero Brunás por compartir el siguiente esquema, donde puede apreciarse el impacto de esta sequía. En el eje horizontal tenemos el rendimiento de Kg MS/ha y en el eje vertical se aprecian los costos, donde puede verse que el alquiler y la confección son costos fijos. En una situación normal teníamos rendimiento de 11 mil kilos de MS a un precio de 22,7 de promedio y ahora se observan los incrementos de $32 a $36 por kilo MS.
Veamos ahora cómo impactó en la producción de leche:
Analizamos qué ocurrió en años anteriores en tambos chicos, medianos y grandes. Para un mejor entendimiento del proceso se compara cada año con el inmediato anterior. En 2016 hubo excesos de lluvia y eso impactó fuerte en los tambos más chicos. A nivel nacional la caída fue del 15%.
Se puede observar que en momentos de adversidad los tambos de menos porte son más impactados si los comparamos con las explotaciones grandes. Siguiendo esta lógica veremos que este año la caída de la producción en tambos pequeños (por menor producción o bajas de v/o) será del 10%, en los medianos será del 5% y los más grandes podrán comenzar a revertir esta situación.
Con todo ello se arriba a los indicadores generales, que reúnen todas las variables que se han compartido.
Se puede apreciar que el impacto es más sensible en aquellos tambos más pequeños y el daño se atenúa a medida que crece el porte de los establecimientos lecheros. En las últimas tres columnas se aprecian los resultados previsto en este año aun cuando se han previsto incrementos en la recepción de concentrados y heno (2 a 3 rollos adicionales por vaca).
Si nos detenemos en este gráfico se aprecia el incremento de concentrados y la creciente participación del heno propio y comprado, ante la consiguiente reducción del silaje. Acto seguido, el equipo de investigación del Inta le puso precio a las perspectivas analizadas.
Para dar magnitud al análisis de este fenómeno complejo se citan los registros de las principales variables (dólar, combustible y leche, entre otros) y los precios por kilo de los concentrados. Y los promedios en las seis regiones estudiadas.
Para analizar el cuadro siguiente, el equipo del Inta precisa que los datos están expuestos en pesos.
Se puede apreciar que los tambos más pequeños tienen más ingresos por venta de hacienda pero crecen a su vez, de modo sensible, los gastos de alimentación, lo que al final redundará en una diferencia negativa si restamos los costos de corto plazo de los ingresos por venta de lecha y hacienda, arrojando cifras lapidarias sobre el daño de la sequía prevista para este año.
El costo de corto plazo es el resultado operativo, por ejemplo en una situación normal de un tambo chico, el costo de corto plazo es de $80,0 subiendo a $99,4 en este contexto de sequía. A medida que el porte del tambo aumenta los costos disminuyen., y en establecimientos con recría propia o recría comprada la situación se atenúa.
Conclusiones
-El impacto es sensiblemente más fuerte en las explotaciones de menos porte y en muchos casos requerirán tratamiento y asistencia para sortear esta situación.
-Se espera un año desafiante a nivel productivo, financiero y económico, situación que afecta a todos los sistemas productivos, independientemente de su escala.
-En este contexto es necesario apoyarse en asesores para orientar las decisiones de manejo, teniendo en cuenta el costo-beneficio de cada escala.
-La alta frecuencia de fenómenos climáticos adversos pone de manifiesto la necesidad de incluir contingencias en la planificación de la empresa, para responder de manera efectiva ante este tipo de situaciones.
-El Inta cuenta con un portal donde puede introducir datos y apreciar una evaluación más precisa de la situación de cada tambo. Para ello, debe vincularse a: https://herramientaslecherasinta.org/
Por Osvaldo iachetta / Redacción TodoLechería
