Los corrales de maternidad a menudo pueden parecer un tiovivo para los productores lecheros. Nacen nuevos terneros y luego son trasladados, las vacas y las vaquillas entran y salen constantemente, y los empleados de la granja controlan rutinariamente la salud del rebaño. En pocas palabras, los corrales de maternidad son caóticos.
Según Emily Fread, educadora de extensión en la Universidad Estatal de Pensilvania, la comodidad de las vacas siempre debe ser una prioridad para todos los productores, y el corral de maternidad no es una excepción. Señala que la mejor manera de mantener a los animales dentro del corral de maternidad tranquilos y serenos es trabajando para minimizar el estrés y brindar privacidad. Para lograrlo, recomienda los siguientes consejos.
Planifique con anticipación
Todos los productores lecheros han experimentado un auge de partos. Estos eventos pueden describirse como un período en el que parece que todas las vacas de la granja dan a luz a la vez. Según Fread, es importante no solo diseñar corrales de maternidad que puedan soportar un mes de partos típico, sino también un corral que pueda soportar estos auges.
“Es común que las granjas experimenten oscilaciones en la tasa de partos. Por ejemplo, las granjas pueden tener más vacas que paren a fines de la primavera o principios del verano debido a problemas reproductivos durante el estrés por calor. Debido a esto, las áreas de partos deben acomodar al menos el 120% de la tasa de partos normal”, señala.
Minimizar el movimiento
Los corrales de maternidad grupales son convenientes para albergar a una gran cantidad de vacas embarazadas al mismo tiempo. Sin embargo, no permiten mucha privacidad, lo que puede agregar estrés innecesario cuando un animal comienza a parir. Para minimizar esto, puede ser necesario trasladar a la vaca a un corral individual para mayor paz y tranquilidad, pero es importante hacerlo de manera oportuna.
“En el caso de los corrales de maternidad grupales, es esencial minimizar el estrés social tanto como sea posible, ya que en este entorno puede haber competencia”, afirma Fread. “Lo ideal es que, si una granja traslada a las vacas a un nuevo corral para el parto, esto se haga antes de que comience el parto. Mover al animal durante el parto puede prolongar el tiempo de parto, lo que podría aumentar el riesgo de distocia”.
Se ha demostrado que las vacas comienzan a buscar privacidad de sus compañeras de rebaño aproximadamente 4 horas antes del parto. Lo ideal es trasladar a las vacas a un corral individual antes de que comience el parto. Si un animal comienza a parir antes, se lo debe trasladar durante los primeros signos del parto. Trasladar a las vacas una vez que el parto ha comenzado a progresar retrasa el parto y reduce el tiempo de reposo, lo que aumenta el riesgo de distocia.
Gestionar la densidad de población
Los corrales de maternidad superpoblados pueden representar un problema importante a la hora de crear un entorno tranquilo para el parto. Demasiados animales pueden generar mayores niveles de estrés, peores condiciones del corral y aumentar el riesgo de lesiones tanto para la vaca como para el ternero recién nacido.
“La densidad de población en el corral de preparto es muy importante”, dice Fread. “La ingesta de materia seca disminuye naturalmente antes del parto, por lo que es esencial darles a las vacas el espacio adecuado en el comedero para que el consumo de alimento no disminuya aún más. Se recomienda que el comedero esté lleno al 80% o menos, lo que significa que cuando todas las vacas estén comiendo, aún debe quedar un 20% de espacio libre; esto debería equivaler a aproximadamente 0,76 m por vaca”.
Además de proporcionar el espacio adecuado, también es importante tener en cuenta qué animales se agrupan. Según Fread, puede ser necesario separar a las vaquillas primerizas de las vacas mayores para crear un entorno más tranquilo.
“Mezclar novillas y vacas en un corral de maternidad o seco cerrado puede causar estrés innecesario a las novillas”, dice Fread. “Un estudio demostró que en los establos de grupos mixtos durante el período de transición, los animales de primera lactancia son desplazados del comedero con mayor frecuencia. Separar a las novillas de las vacas durante todo el período de transición, es decir, tres semanas antes y tres semanas después del parto, puede ayudar a aliviar el estrés adicional de las novillas”.
Consejos adicionales
Aunque a veces puede resultar caótico gestionar los corrales de maternidad, existen otras formas de ayudar a minimizar el estrés y crear un entorno de parto más tranquilo tanto para la vaca como para el ternero. Algunos de estos consejos incluyen:
Utilizar tecnología, como monitores de actividad o cámaras de vídeo, para observar signos de parto.
Minimizar el ruido y las molestias causadas por el tránsito peatonal.
Crear un área aislada dentro del corral grupal donde una vaca pueda sentirse más aislada de sus compañeros de corral.
Establezca protocolos claros para el manejo del parto.
Consulte con el veterinario de su granja o con el consultor de terneros para obtener recomendaciones de diseño o consejos sobre cómo actualizar las instalaciones.
Por Taylor Leach – Fuente: Dairy Herd – Farm Journal