La lechería digital viene a desafiar paradigmas tanto en los procesos biológicos o el manejo del proceso. Y la palabra clave reside en la innovación de los procesos, pues para ello se demanda un compromiso constante hacia un cambio de paradigma sobre el rol de las nuevas tecnologías en el manejo de rodeos lecheros. Y en esto se avizora una pregunta clave: el ingreso a este nuevo ciclo requerirá inversiones que honrarán su aporte si es que crecemos en los niveles de eficiencia.
Santiago Utsumi conduce un tambo experimental en la Universidad de Michigan (EU) y cuenta que allí se manejan cada día unos 10 mil datos diarios, que se van acumulando en una nube digital que a partir de ese proceso induce a la toma de decisiones.
Dato > Información > Decisión > Acción
En la lechería digital el mando de control reside en el dato y componen entre sí una nube de datos gigantesco.
– Un acelerómetro I+D un micrófono monitorean la actividad de cada vaca (rumia, detección de celo y salud animal).
-Se analiza CO2, CH4, balance energético, salud general y consumo.
-Monitoreo de bocados y masticación durante la ingesta de la dieta y rumia.
-Calidad de la leche y salud de la ubre
-Perfil de lactancia (peso, leche y alimento)
Esto nos da cifras que conforman la estadística sobre tasa de conversión, performance, consumo y otros datos.
“En colaboración con el Conicet y la Universidad de Rosario se trabaja en acústica de aparato de masticación y a partir de ello se asientan muchos datos que nos va conformando el perfil digital de la vaca, construyendo genotipos digitales que nos permitirán ir seleccionando animales superiores”, señala Utsumi.
Las plataformas integradas a robots de ordeño están entregando información muy útil para datear cada vaca.
La concurrencia de datos nos permite construir ventanas para inseminación y otros aspectos. La información le introduce otra dinámica a la relación con las vacas e intervenir con precisión y así evitar molestar al resto del rodeo cuando separamos una vaca.
La integración cruzada de información nos permite generar datos adicionales que nos permitirá intervenir para tomar decisiones.
Utsumi muestra cómo un cruce de parámetros permite el seguimiento de una vaca cetósica. Si se sigue la línea azul se observa que una vaca pare y luego no se mueve, por lo tanto no come y esta es una situación que se debe atender a partir de un dato arrojado por el comportamiento. No hay rumia, no hay gases y a partir del día 5 la vaca comienza a mejorar y se observa en los registros pero el día 15 vuelve a caer.
Otra parte importante en el trabajo de digitalización tiene que ver con el registro de los ambientes. En sistemas pastoriles es necesario tener los registros para integra espectros y sistemas de alerta para poder manejar las demandas, decidir suplementaciones, o capturas de excedentes para tiempos futuros. La lechería inteligente nos desafía a través de datos para que se tomen decisiones que contribuyan al bienestar y eficiencia económica.
El instrumental es importante, debe ser lo más eficiente posible pues ese número cosechado debe ser parte de una science analitys que construya información relevante. Lo importante es evitar la fragmentación de datos, integrando indicadores y tomando decisiones de manejo.
Más allá de lo cualitativo de los datos es importante lo cualitativo, es un pasaje de instrumento a herramientas.
La lechería digital debe implicar flexibilidad mental y debemos ser capaces de romper con un devenir que en muchos casos es conservador, debemos pensar que la vaca del futuro tendrá poco que ver con la vaca del pasado.
La genómica, la nutrinómica y el metabolismo son algunos de los parámetros a explorar la introducir mejoras permanentes que sean cada vez más eficientes.
Cada sistema demanda una vaca particularmente adaptada a ello. Vaca que pastorea necesita un desarrollo mayor de su sistema de locomoción, patas y pezuñas, por ejemplo.
Un último punto tiene que ver con ir cada vez más a sistemas más sustentables: Producir más, reducir efectos no deseados y a partir de una mayor producción vamos creciendo en el secuestro de carbono.
Por Osvaldo iachetta – Redacción TodoAgro