De la notebook al rumen: Nutrición de precisión en un tambo norteamericano

El Webinar del Nutricionista convocó al doctor Tom Tylutki para visualizar su aporte en un tambo en la zona central del estado de Nueva York, donde trabaja desde abril de 1998. Fue el establecimiento donde investigó para doctorarse en la Universidad de Cornell.

Tom Tylutki es presidente y director ejecutivo de AMTS (Agricultural Modeling and Training Systems, LLC),  y desde hace muchos años ha estado involucrado en el desarrollo y entrenamiento del modelo original de Cornell.

En esta edición del ciclo del Webinar del Nutricionista que coordina Paula Turiello, el experto norteamericano Tom Tylutki (foto de portada) propuso una hoja de ruta y un recorrido de un tambo de Estados Unidos: “Se trata de un tambo que tiene unas 750 vacas en producción y el total ronda las 870, todas producto de la recría propia. El 80% de los animales puede rastrearse genéticamente a partir de 7 vaquillonas con las que comenzó la actividad en 1956”.

Producción y diseño de la dieta

La actividad se inició con una recorrida por el centro de alimentación, que está organizado en silos bunker, algunos de ellos techados y otros a cielo abierto cubiertos con bolsas. El maíz es cosecha del año pasado y está comenzando la cosecha maicera de esta campaña. La superficie de maíz sembrada es de unas 320 hectáreas.

Se trata de un campo ondulado con marcadas colinas, tiene un pH neutro y es el área donde se siembra el maíz.

En la foto se observa el cuarto corte de alfalfa y al fondo las colinas

“El maíz se pica y se compacta sin inoculante y se cubre con plásticos pesados. Esta comida debe durar hasta la primera quincena del año venidero cuando se comenzará a consumir el material que se va a cosechar pronto”, cuenta Tylutki.

Maíz ensilado y bien compactado. A cielo abierto con cubierta

Una parte de este maíz registra un FDN (fibra) de 48/49% de digestibilidad y otra parte en torno al 69%.

Una cuestión importante en el estado de Nueva York son los manejos ambientales de los líquidos que se disponen en una pileta de unos 8 millones de litros de agua. Recordemos que en esta zona las lluvias registran unos 1000 mm por año.

El agua se trata y luego se utiliza para riego.

A su vez, la alfalfa se corta cada 28/35 días pero este año en el este americano ha sido muy seco y por lo tanto los stocks están más reducidos que los del año pasado.

En un bunker sin techo se coloca maíz Snaplage, que es el ensilado de grano húmedo, marlo y chala, realizado con cabezal maicero adaptado a una picadora tradicional y contiene un 62% de almidón.

También, en el diseño de las dietas se incorpora algo de maíz seco. “Allí trabajamos con un 57% de forrajes y maíz Snaplage, con lo que estamos ahorrando bastante en dieta y eso lo notamos en los balances a finales de año”, aconseja Tylutki.

Cereal, soja y maíz en bunker techado

La otra parte importante en el armado de la dieta se estiba en superficies con techo y allí en cada espacio: en el primero hay trigo que se cosecha en ese mismo campo en las coberturas invernales.

Los trigos aportan azúcares y grasas y en la mezcla proteica se asocia con soja, minerales y grasas, metionina y lisina.

En el bunker contiguo se deposita paja de trigo ´procesado

En el espacio vecino del bunker techado está disponible harina de soja para vacas en lactancia.

Y en la siguiente reposa el maíz molido. “Los invito a los productores y colegas de Sudamérica que hagan la siguiente prueba para observar la digestibilidad: pongan una mano en el maíz molido y si les queda así de blanca indica que tenemos un bajo nivel de vitrosidad. Creo que esto no ocurre al sur pues el nivel de vitrosidad es allí más alto”, desafió el especialista.

En el último espacio y sobre una platea de cemento, un contenedor guarda el resto de los alimentos procesados, mezclas preparto y otros embolsados.

Vamos a ver la ternerada

En este establecimiento los terneros machos se venden y solo quedan allí las hembras para reponer. La primera etapa es una zona de calostrado donde se disponen las terneras en cubículos donde transcurre la primera etapa.

Y hacia un costado una funcional construcción será el espacio donde las terneras residirán varias semanas. Se trata de una construcción techada, muy fresca y bien aireada.

En cada uno de los espacios hay tres terneras que, una vez que llegan a la etapa de destete se retiran los divisorios para asignar espacios más grandes. Tres veces al día toman leche, sustitutos y se le adosan granos para que vayan familiarizándose, pues atraviesan una etapa exploratoria antes de asumirlo como parte de la dieta.

Una cosa subraya Tylutki: un tambo debe llevar rigurosos asientos de datos, desde el nacimiento de cada ternero y a cada paso trascendente de su vida. Los primeros 6 meses, el primer celo, el primer servicio y los pesos que gana cada día, en cada una de las primeras etapas de la vida.

En esta sección donde habitan los terneros durante varias semanas se ha dispuesto una sala de uso general para estibar alimentos relacionada con esta etapa y allí se realiza el procedimiento de lavado diario de los baldes de alimentación.

Las pérdidas por muerte en toda esta etapa es 2%.

El día 75 se trasladan y se agrupan en lotes de 12 vaquillonas cada uno.

En esta nueva etapa, la alimentación es a base de Ración Total Mezclada (TMR, en inglés), a partir de la cual se combinan todos los alimentos que se suministran a las vacas lecheras en una única ración, de manera que consuman los nutrientes esenciales en una dieta balanceada y completa. En esta etapa se espera que cada vaca que está seleccionada para reposición gane más de un kilo de peso diario y a los  21 meses tenga el primer parto.

De allí las vaquitas van a un galpón Free Stoll donde se mantienen desde los 6 meses hasta el año. “Este galpón es de 1996 y ya está reclamando una refuncionalización. Tiene dos áreas divididas por una calle central. En esta área se mantendrá unos 6 meses y es una etapa de aprendizaje para asumir movimientos que la acompañarán en toda su vida productiva. Salen a un espacio abierto para caminar y jugar pues aún transitan su etapa adolescente”, describe en tono docente Tom Tylutki.

Más tarde irán a la nave al frente donde las vacas ya transitan el plazo que las llevará el primer servicio. En esta nave del galpón free stoll también tienen unas 6 hectáreas para caminar y salirse del encierro.

“En esta nave se inseminan y se mantienen en este sector por otros 4 meses, momento en que pasarán a otro espacio hasta unas 6 semanas antes del parto. Por supuesto, todo este sensible período se asienta en planillas que nos permiten un seguimiento riguroso. Pueden observar que todos los ejemplares son muy parejos en tamaño y su score de condición corporal están dentro de los rangos establecidos”, señala el especialista.

Osvaldo iachetta – Redacción TodoLechería

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