El integrante de la firma le dijo a TodoLecheria.com.ar que la decisión de cerrar la histórica planta de El Trébol, provincia de Santa Fe (ex Bosio) tiene que ver con una estrategia global y que de ninguna manera la medida obedece a cuestiones políticas o económicas del país.
Destacó que DeLaval Argentina es la filial en Sudamérica que más creció, incluso a tasas por encima de Brasil y que a modo de ejemplo el nuevo centro de distribución que DeLaval Argentina armó en Intendente Alvear (Santa Fe) significó una importante inversión, y que además para atender sus clientes en el país –donde posee la mayor porción del mercado en equipamientos de ordeñe- ha realizado en este “importaciones sin giro de divisas”, elemento que certificaría el fuerte apoyo a quienes poseen tecnologías de la multinacional de origen sueco.
En todo el diálogo que mantuvo con TodoLechería, Camoletto remarcó –una y otra vez- que “esta decisión de la empresa no tiene que ver con lo político y lo económico”.
Indicó también que la decisión de la compañía de cerrar la planta de El Trébol tiene que ver con una estrategia que atiende a las nuevas tendencias que se evidencias en los sistemas de ordeñe y sistemas de calidad de leche: “Globalmente hay un crecimiento de la robotización, la automatización, sensores en línea y los softwares de cosecha de datos y en esas categorías DeLaval pone toda su energía, a diferencia de los productos básicos que cada vez tienen menos demanda”, señaló.
La empresa ha dividido los ejes de negocios en 3 categorías, donde lo tecnológico y la automatización es la primera, en todos los órdenes, y después se han organizado áreas complementarias cuyo eje lo constituyen las calesitas rotativas, los tambos paralelos de salida rápida, los tanques de frío, chiller y silos, y el ordeño convencional, es la categoría que viene cayendo en demanda, de ahí la decisión del cierre de la planta de El Trébol.
El proceso de cierre que se comunicó a los 42 empleados este martes 28 de noviembre, tuvo como protagonista a John-Erik Hermanson, vicepresidente de DeLaval, quien comunicó a los empleados que se trataba del último día de trabajo.