Si bien se armó un gran remate con más de 500 ejemplares de alta genética de la mano de la Cooperativa Guillermo Lehmann, la raza Holando Argentino no presenta animales en competencia en la mayor exposición ganadera del país
TodoLechería consultó a Horacio Larrea, experto en genética que participa en las exposiciones desde 1974. “A partir de ese año he ido siempre y si bien me gustan mucho las exposiciones, creo que hay que entender que hay un cambio de ciclo”, indicó.
Argumentó que “tenemos un sector de enorme potencial, con un gran futuro, con un montón de ventajas competitivas y tenemos que tener conciencia del progreso genético a través del núcleo para abastecer el mercado de leche con vacas de buena genética. Y en una época, la genética se comercializaba a través de las exposiciones, pero hoy se comercializa por otros canales. Eso es lo que en el fondo determina que Palermo, estando lejos de los pueblos que explican la producción lechera argentina, y a la vez siendo caro para los cabañeros, no sea el punto de encuentro para el sector lechero como sí sucede en otros sitios”, puntualizó Larrea.
Añadió que “desde ya, el domingo voy a estar en Palermo y seguro se me va a piantar un lagrimón porque no hay Holando, pero hay que entender el cambio de época. Claro que tenemos un montón de problemas estructurales que hay que resolver pronto, pero éste es sin duda un motivo de cambio”.
Otra visión distinta que incluyó una lectura política-económica de la realidad de los tambos, fue planteada por Máximo Russ, quien en una entrevista con el diario La Nación dijo: “La rentabilidad de nuestra actividad, que es fundamentalmente producir leche, no está pasando por un buen momento, por lo que no podemos enfrentar los gastos que conllevan trasladarse con los animales a la ciudad”, indicó en ese sentido.
Detalló que además del presupuesto que implica llevar a los vacunos y radicar al personal por 10 días en la ciudad de Buenos Aires para asistir al predio de Palermo, tienen que dejar las actividades en el campo. “Los costos de producción en el tambo son mayores que el precio que recibimos y las perspectivas que tenemos hacia adelante con la alta inflación, la brecha cambiaria y el dólar atrasado no son para nada positivas”, dijo y agregó: “Es todo un combo que a nosotros es a los que más rápido nos afecta. Los costos van subiendo constantemente y nuestra recuperación siempre va por detrás”, indicó.
También sumó como argumento que el interés de los productores en comprar genética y reproductores “lógicamente también ha caído por la baja rentabilidad del tambo”, indicó Russ.
En este contexto, remarcó que se agrega la sequía que subió aún más los costos. “Con la seca no hay pasto, tenemos que tener las vacas alimentadas con ración porque, si bien normalmente en invierno la oferta de forraje es inferior, ahora directamente no hay”, dijo.
De esta manera, apuntó que se trata de la primera vez que la raza no participará de la exposición. Una situación similar se había vivido en 2016 –año de fuerte impacto de inundaciones en Córdoba y Santa Fe- cuando no se eligieron grandes campeones de la raza porque sólo había ocho animales, siendo que el reglamento de la Sociedad Rural Argentina (SRA) exige al menos 30 ejemplares para poder entregar esas distinciones.
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