La disertante fue Denise Schwab, extensionista de la Universidad Estatal de Iowa y su presentación se enfocó en la tendencia que indica que los productores de leche de EE.UU. están acrecentando el uso de razas carniceras en vacas inferiores de sus rodeos de leche.
Schwab detalló los resultados de una encuesta realizada en el 2018, en 69 establos de Wisconsin, Iowa y Michigan, en la que se les preguntó a los productores cómo usaban la genética de las razas productoras de carne en sus hatos. Estaban equitativamente representados establos con menos de 100 vacas hasta más de 1.000 vacas. 53 de los 69 reportaron haber usado por lo menos un toro de carne y 45 respondieron todo el cuestionario.
Según destacó el reporte publicado en la revista Hoard’s Dairyman por la periodista Katelyn Allen, Schwab puntualizó que “un abrumador 82% de los establos dijeron que sus inventarios de reemplazos eran un criterio para determinar cuánto semen de carne usar. Y no fue una sorpresa que, cuando es el momento de escoger cuáles animales preñar con ganado de carne, el 80% de los establos toman esta decisión eligiendo a las vacas que no han quedado preñadas con semen lechero”.
Y cuando escogen toros de carne para cruzar, los productores de leche se enfocan nuevamente en las vacas difíciles de preñar, por ende su preocupación principal es evaluar las tasas de concepción de los toros.
La selección de los toros es clave
“Si vamos a hacer estos cruzamientos, es para que una vaca lechera nos dé un becerro de carne”, les dijo Schwab a los productores. ¿Cómo será eso posible? Significa seleccionar toros, no sólo para solucionar el problema de las tasas de concepción bajas, sino también desde un punto de vista de la producción de carne.
En la encuesta, Schwab resumió que 62% de los productores dicen que la raza principal que usan es Angus negro. Este uso tan amplio no es necesariamente problemático, porque los Angus, como la raza más abundante de carne, frecuentemente provee los datos de calidad y la piel negra abre espacios para el mercado certificado de carne de Angus. Por otro lado, es importante asegurarse de que estamos inseminando para complementar las preñeces, justo como se hace en los cruzamientos lecheros.
Schwab explicó que los novillos Holstein y media sangre Holstein tienen buenos resultados en tamaño de la estructura y clasificación de las canales, pero los productores de leche pueden mejorar aún más la calidad de su producto criando novillos con un ojo de bife, más largos y de mejor forma.
La mayoría de las razas de carne calculan las diferencias esperadas en la progenie (DEP o EPD en inglés) por el tamaño del Ojo de Bife y seleccionan a los toros para agregar un área de ojo de bife (rib eye), que aumente el valor de sus becerros de carne. Schwab también señaló que los toros de carne usados en las vacas lecheras deben tener una facilidad de parto adecuada (la tercera parte superior de la raza) y marmoleo (el mejor 70% de la raza). Cuando se cruzan con vacas Jersey, el toro debe agregar kilos de músculo, pero para las Holstein un tamaño esquelético moderado debe ser suficiente.
Al final de cuentas, los consumidores quieren un animal que crezca y produzca como un animal de carne.
Hay muchos puntos desconocidos en el sistema de cruzas de ganado de carne con ganado lechero y en el mercado. “Todavía estamos experimentando cuál es la forma de manejarlos bien y aún no tenemos datos suficientes para saber cómo estos animales afectarán el mercado de la carne”, dijo la experta que se ha dado cuenta de que, en este momento, las empresas de inseminación artificial están aprendiendo sobre genética de carne junto con los productores de leche.