La actividad ganadera se intensifica y se diferencia para asumir una cantidad de valores dentro de la cadena. En los sistemas lecheros, se observa una gran demanda de insumos (combustible, alimentos y otros) que traccionan costos y los hace vulnerables en la oferta de productos.
Dentro de la actividad hay reproches desde ciertos sectores, particularmente académicos, sobre el crecimiento de la carga animal y el impacto que esas decisiones tienen en el ambiente.
El clima es otros de los aspectos que están en observación y por lo tanto todos los nuevos desafíos productivos deben incluir el impacto ambiental como uno de sus principales problemas. Aquí, la especialista española deslizó algo que pareció intimidante: “Entre el 12 y el 39% de la superficie terrestre cambiará el clima en los próximos años y allí ameritarán desafíos de adaptación productivos”.
Las condiciones mínimas básicas implican a su vez la necesidad de integrar condiciones de bienestar animal que, en muchos casos implican nuevas estrategias de combate antimicrobianas. Es claro que hay caminos por recorrer y que trae poder plasmar conceptualmente el Bienestar Animal en el tambo habrá múltiples beneficios en las vacas, el ambiente y los ingresos
La producción con una mirada agroecológica tiene una legislación propia desde el año 1998 pero deben ser revisadas para su actualización. Hay una serie de debates sobre la necesidad de salir a pasto o manejar vacas con sus terneros o bien continuar con las estrategias adoptadas en nuestros días. El bienestar animal es un puntal en la estrategia de sustentabilidad de los sistemas de producción ganadera y la huella de carbono, que es un escenario de tensión en Europa.
El bienestar animal es parte de la sustentabilidad
Blanco Penedo realizó un repaso sobre los aspectos que integran el bienestar animal y se refirió en primer lugar al equilibrio físico, emocional y comportamental del ganado como elementos clave de la sustentabilidad. Esa es la base de la utilización más racional de los recursos finitos con los que cuenta el sistema.
Un animal con bienestar es más sano y necesita menos fármacos, y esto tiene relación directa con la seguridad alimentaria, estableciendo una relación más directa entre producción y consumo. Todo esto conlleva a una producción más eficiente, más segura y con un menor impacto en la huella de carbono.
“Un nivel bajo de bienestar animal atentarán contra el resto de los parámetros de la sustentabilidad”, subrayó la investigadora de la Universidad de Lleida.
“De todos modos, las investigaciones no han demostrado aún que el bienestar animal lleve directamente a una mayor productividad. Pero sí se observan muchos trabajos que los procesos intensivos muestran resultados positivos en una primera etapa de la intensificación y pueden acompañar con resultados algún tiempo más pero llega cierto punto donde la productividad cae a pesar de los estímulos que integren el proceso productivo”, precisó. Esta tensión por mayor productividad impacta en un momento dado en cada animal pues está sometido a niveles de estrés muy altos y probablemente amenazará la performance del sistema.
En otro tramo de su exposición en las Jornadas Lecheras Nacionales organizadas por Todoagro y la UNVM se refirió a algunos costos ocultos que involucran a sistemas de confinamiento. Y aquí se refirió a las cojeras, entre otras enfermedades de patas en la producción lechera, y este es un ítem que impactará en la longevidad y por supuesto tendrá un impacto sensible en el aparato ruminal de cada vaca del rodeo.
Otro de los aspectos que Blanco Penedo compartió de la experiencia europea tuvo que ver con la relación entre la selección genética adoptada, los tamaños de los animales y los espacios destinados a cada ejemplar en cada cubículo. Aún en sistemas modernos, en sistemas modernos no se han tenido en cuenta la biodinámica animal de levantarse, acostarse y descansar.
En muchos de estos casos estos problemas impactarán en el plano emotivo del animal con huellas sensibles en el hipotálamo, hipófisis, glándulas adenales y otras áreas sensibles de su estructura orgánica. Y esto puede apreciarse a través de conductas posturales como posición de perro, posición diagonal al tumbarse y otras que manifiestan un displacer en sus posiciones.
El proyecto FreeWalk (libre tránsito)
El proyecto de la UE FreeWalk (www.freewalk.eu) nació en Holanda y se debió a la necesidad de poner límite al impacto ambiental (ver foto de portada). En el FreeWalk participan 8 países europeos, el objetivo del proyecto es desarrollar aún más los sistemas de ganadería, y se espera que mejore el bienestar animal, la sanidad y reduzca el impacto ambiental, utilizando productos de desecho en contar con un mayor apoyo del público y los consumidores.
“En ese proyecto he tenido la responsabilidad de evaluar el bienestar animal en 42 explotaciones en 6 países, y los datos nos indican que las buenas instalaciones, la alimentación ajustada, sitios de descanso y tránsito de los animales mejoran los registros”, cuenta la investigadora hispana.
Adjunto a esto, Blanco Penedo se refirió a Compost Pack Barns, diseñado para integrar el bienestar animal y el tratamiento de los purines.
Blanco Penedo cuenta los cambios que se están llevando a cabo a Europa respecto al acondicionamiento de los establos y el abandono de las estrategias de estabulación mediante free stall. “En el sistema de compost barns están reemplazando a los free stall en diversos países de la Unión Europea. Aquí hemos encontrado una amplia variabilidad en los sistemas particularmente en los sustratos que componen la capa y el cuidado puesto en su proceso posterior”, señaló y precisó que “en cada zona se utilizan integraciones y manejos diferentes según las posibilidades para cada ganadería”.
Dentro de los sistemas más innovadores, Blanco Penedo situó a los que denominan Cow Garden (para leche o carne), espacios con pisos artificiales ergonómicos que separan sólidos de líquidos y por lo tanto facilitan el manejo posterior de los purines y posibilitan un menor impacto ambiental. Presentan muchos beneficios en el bienestar animal de los rodeos. y en esos espacios –alineados con la economía circular- los pisos tienen pliegues, y tienen 7 capas, uno de ellos capilar, e implican una inversión importante. Estos nuevos sistemas han llevado a muchos productores a que, cuando se liberen los establos y las vacas vayan a pastorear –en estaciones estivales- el Cow Garden se transforma en una huerta.