El desafío de analizar una empresa tambera

Cuando se lleva a cabo el proceso del cálculo de resultados tanto físicos, como reproductivos y económicos de la empresa en este caso tambera, el primer paso es la recolección de datos.

Se trata de una tarea que tiene muchos vericuetos y amerita en sí todo un artículo referido a esto.

El segundo paso es chequear, depurar y procesar todos esos datos para convertirlos en información entendible, otro capítulo aparte para examinar.

Y el tercer paso es el de analizar los resultados obtenidos, y tratar de poder llegar a conocer los principales factores que han influido para llegar a esos resultados. Esta tercera etapa es la que posiblemente presente el mayor desafío, por varios motivos. Por un lado, porque el sistema del tambo es de mayor complejidad con respecto a la agricultura y la ganadería debido a la cantidad de factores intervinientes. Además, los efectos que producen sobre los resultados no siempre son directos y claros, sino que en varios casos operan en forma indirecta, más difícil de asociar causa-efecto y poder desentrañarlas. Se agrega que hay varios factores que son los llamados intangibles, y que hacen fundamentalmente a lo relacionado con el factor humano.

Porque además están presentes por un lado los costos directos de la actividad, pero además está el otro gran grupo el de los indirectos del tambo, tales como la conservación de instalaciones, de maquinarias, el mantenimiento del equipo de ordeñe, entre otros.    

Por si eso fuera poco, no hay que olvidar el efecto de “inercia” que puede hacer que lo ocurrido en ejercicios anteriores, por ejemplo referido a la reproducción, a la evolución del pasivo, a los retiros empresariales, a la toma de deuda con determinados objetivos (acertados o no), por mencionar sólo algunos, traducido a veces en decisiones adoptadas en su momento sin medir realmente sus consecuencias, se sigan haciendo sentir en el período a analizar, aun cuando alguien pueda suponer que ya pertenecen al pasado.

La frase que sintetiza todo

Si hubiera que resumir en una sola frase, y breve, todo este proceso de análisis, sería en “por qué le va como le va” o “por qué está como está tal empresa”. Y al “abrir la frase” uno se va encontrando con los factores que fueron influyendo, a favor y en contra. Porque difícilmente todos hayan operado en el mismo sentido para llegar a ese resultado económico, cualquiera sea. Es decir que en ciertos casos, la conclusión a la que se llegue es que en el caso de “El Talar”, el buen resultado económico fue gracias al buen precio de la leche en todo o cierta parte del ejercicio. Y que se haya podido llegar a dicho resultado a pesar de los altos gastos de estructura que tiene la empresa por mencionar solamente un par de todos los factores intervinientes en la “balanza”, de cada lado.

O el caso de “La Matilde”, el pobre resultado económico fue debido a los altos costos de alimentación, y a pesar de que se mejoró notablemente en la reducción de la mortandad en guachera. Pero sin olvidar que esa menor mortandad, siendo sostenible en el tiempo, se traducirá en el ejercicio siguiente en un crecimiento en la Recría, lo cual a su vez tendrá luego su efecto en la reposición del tambo, y hasta permita pensar en un crecimiento que se traduzca en agrandarlo, y/o en contar con más vaquillonas preñadas para la venta, aportando en forma importante al ingreso a futuro, en un efecto de inercia positiva.

De modo que de todo el análisis podría obtenerse un tablero de control, algo tan mencionado pero que todavía no llega a ponerse en práctica en muchas empresas quizás por varios factores confluyentes. Ese tablero en el cual habrá una franja de factores en la parte verde, otros en la amarilla y otros en la roja, porque las tres franjas, en mayor o menor medida, siempre están presentes.

Quizás la complejidad que se agrega para llegar a esta situación es conocer cuáles sean los umbrales respectivos de los diferentes parámetros, como para poder asignarlos a una de las tres franjas o luces del semáforo. Porque en la parte física las cosas son más simples: por ejemplo se puede suponer que el umbral mínimo para la relación VO/VT debería ser del 80%, y a partir de allí, son buenas noticias. O que la mortandad en guachera no debería superar el 5% para determinada empresa.

Pero cuando se trata de los parámetros económicos, las cosas no son tan claras. ¿Cuál debería ser el umbral respectivo del resultado por producción para ubicarlo en la franja verde, amarilla o roja en ESE ejercicio?? Porque no olvidemos que cada ejercicio tiene sus características propias y no se puede generalizar un mismo umbral independientemente del período considerado.

Como esa, pueden surgir tatas otras preguntas en este campo, el económico. ¿Cuál debería ser el umbral de costo/litro de leche, para ubicarlo en la franja respectiva? ¿Y el margen bruto por litro de leche? Acá se agrega otro factor, el sistema de producción: desde un tambo pastoril hasta otro encerrado, pasando por todos los matices. Sin olvidar que puede tratarse además, de un tambo pastoril pero con una recría encerrada, por sólo mencionar una de las posibles combinaciones en el sistema de producción.

Yendo al patrimonial: ¿cuáles deberían ser los respetivos umbrales para cuando se calcula el pasivo en liquidaciones equivalentes de leche, para saber en qué franja ubicarlo?

¿Cuál debería ser el nivel de retiros de los socios para no afectar el desenvolvimiento de la empresa?  Y referido a los retiros del ejercicio cerrado: ¿el monto de retiros llevados a cabo en dicho ejercicio debería ubicarse en la franja verde, en la amarilla o ya en la roja?

Son preguntas, incógnitas que es preciso “despejar”, para llegar a conocer los valores de los respectivos umbrales, y que muy probablemente ya no sean los mismos para otro ejercicio tanto pasado como futuro.

Pero…¿y entonces?

Porque a esta altura, podría parecer que se trata de algo así como “misión imposible” poder llegar a construir este semáforo en forma correcta, sin errores, que pueden luego pagarse caro a futuro…

En realidad no es imposible, pero se requieren varias condiciones para poder arribar a un análisis correcto, que nos lleve a un semáforo confiable:

Definir los umbrales que se tomarán para cada parámetro, de modo de poder ubicarlo en la franja correspondiente del semáforo.

Ser todo lo objetivo posible, como para no subestimar los factores que puedan haber influido en los resultados. Y si hay que reconocer errores cometidos, es el momento justo para hacerlo cuando llega la hora del análisis. ¿Valió la pena pasar al tercer ordeñe? ¿Fue acertado tomar más deuda para costear esas inversiones? ¿Habría que haber reducido los gastos de Estructura, y en cuánto? ¿Fue acertado agrandar el tambo? De los errores se aprende, y suman experiencia. Aunque signifique blanquearlo delante del resto de los socios. El que hace, se equivoca.

Ser exhaustivo en el análisis, y si hay que tomar referencias de otros ejercicios y/o de otras empresas (que tengan datos confiables, por supuesto) en ese ejercicio, puede ser de gran ayuda.

Que sean varios los que intervienen en el análisis y no quede reducido a un análisis individual. Toda la experiencia que otros puedan aportar es sumamente valiosa, y tomar nota de todo lo que se debata y converse. Luego habrá tiempo para releerlo y “rumiarlo” como corresponde para sacar buenas conclusiones. Hasta con la posibilidad entonces de volver a charlarlo con el equipo, quizás ya para presentarles el bendito semáforo…

Pasado, presente… .y futuro

Un gran logro es haber podido a conocer cómo está la empresa hoy, en el tiempo presente. Cómo están tanto sus indicadores productivos, reproductivos como así también los económicos.

Pero eso no es todo, y en muchos casos no alcanza con esa información sino que hace falta contar con información adicional. Y eso supone remontarse al pasado, a ejercicios anteriores, porque todo lo que ha venido ocurriendo es un continuo, en el cual mucho de lo que está ocurriendo en el presente tiene gran parte de su explicación en lo que ya ha ocurrido en el pasado.

La pregunta que puede aparecer entonces es hasta cuándo, qué fecha en el pasado, debería remontarse la tarea de sondear información. Y lamentablemente para responder a este punto no hay recetas. Porque cada empresa tiene su historia particular y personal, y eso hace que las respuestas que hoy estamos buscando puedan estar en el pasado cercano, intermedio o lejano, según lo que haya ocurriendo en e cada caso.

Puede parecer una tarea tediosa esto de remontarse al pasado, sondear información que a veces no es fácil ubicar, pero vale la pena el esfuerzo de hacerlo, si con ello se puede llegar a tener un panorama completo de la empresa.

El gran beneficio de remontarse al pasado es que podemos detectar los aciertos, pero especialmente los errores cometidos, y cuánto tiempo y de qué forma de han podido remontar sus consecuencias. Pero además poder medir las consecuencias, tanto en el monto que han tenido finalmente, como en el tiempo que ha llevado poder remontarlas. Puede ser el caso de lo ocurrido en Las Varillas, una empresa mixta que en su momento, y a partir de tener un importante crédito de IVA a pagar, decidió tomar préstamos para la compra de maquinarias, de modo de aprovechar parte de dicho saldo de IVA.

La estrategia tuvo un doble efecto: por un lado, el “deseable”, que fue utilizar un monto importante de IVA. Pero, el “indeseable” fue haberse endeudado de forma importante, lo cual la llevó a tener que pasar por tiempos difíciles hasta poder saldar la deuda contraída. 

Este es solamente uno de otros tantos ejemplos que pueden citarse a partir de casos reales.

s por ello que puede ser muy ilustrativo y útil tomar contacto con otras empresas, para poder llegar a conocer (algo no muy fácil pero tampoco imposible) cuáles han sido los desaciertos en cada caso, de modo de contar con la experiencia llevada a cabo por otros.

Para ejemplo…

En la empresa mixta “Las Rengas”, en la que conviven el tambo con la agricultura como actividades principales, si uno comienza a bucear en la historia, resulta ser que aquella decisión de reducir el plantel de vacas en ordeñe, vendiendo parte de las vaquillonas destinadas a reposición, con el objetivo de hacer caja en su momento, llevó luego a tomar hacienda en capitalización durante un período prolongado, en el cual se fue, poco a poco, reponiendo hacienda de modo de llegar a tener el stock anterior a la liquidación. Y es interesante, por ejemplo en este caso, llegar a conocer cuánto tiempo demandó esa tarea de recomponer el stock de hacienda.

Conclusión

Como hemos visto a lo largo de este artículo, recabar información es un primer paso para conocer la situación de la empresa. Pero de ahí a poder llegar a confeccionar un esquema en el que podamos identificar cómo funciona el mecanismo de la misma, y cómo han venido afectando diversos factores a lo largo del tiempo es algo mucho más complejo pero no por ello menos interesante, y especialmente de gran utilidad.

El desafío queda planteado para todos aquellos que quieran emprender la tarea. Que si bien es compleja, tiene como corolario poder llegar a conocer en detalle, la situación de cada empresa en particular, porque, como dice el conocido refrán: “cada empresa es un mundo…”.

Por el Ing. Agr. Félix Fares – Email: felixfares57@yahoo.com.ar  – Especial para TodoLecheria.com.ar

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