«Las retenciones al 30 de diciembre eran de tres pesos por dólar todos los productos. Eso significaba, en su momento, un 5% sobre un dólar de $60. Y con una tarifa diferencial o fija se encontraba la leche en polvo con una retención del 9%», resaltó Jorge Giraudo, uno de los especialistas del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina.
En ese sentido, Giraudo recalcó que «ahora, esos tres pesos por dólar sobre un dólar de $84 u $85 significaba un 3,6% de retención. Además, todos esos productos que estaban a 3,6% se fueron a 4,5%, lo cual significa una suba de 0,9% en las retenciones de todos los productos excepto leche en polvo».
Y agregó: «Lo llamativo es que el consumo interno está en 182 litros sobre 45 millones de habitantes. Eso son 5.800 millones de litros que se consumen en el mercado interno y durante el año pasado se produjeron 11.000 millones, por lo que está absolutamente garantizado el consumo doméstico, por lo cual no se ve con ningún sentido limitar las exportaciones porque no va a haber desabastecimiento».
El especialista puntualizó que, por otro lado, «el gran problema que hay con la lechería es que gran parte se vende en el mercado interno con precios máximos y cuidados, por lo que la vía de escape eran las exportaciones y todo crecimiento adicional y no sobreoferta en el mercado interno iba a venir por exportaciones. El sector pedía que se elimine el 9%. Lejos de eso, para responder en su forma habitual, lo aumenta. Alguien está pagando la baja que se les hizo a algunos sectores».
El especialista advirtió que «de no haber un cambio significativo en precios Máximos y Cuidados y encima se aumentan las retenciones, son dos cosas que van en detrimento de los ingresos del sector y en la posibilidad de mejorarlos. Por suerte, la cotización de los precios internacionales en la subasta de Fonterra subieron todos y compensaría un poco esta situación».
Fuente: Diario La Prensa ( www.laprensa.com.ar )