Este tambo promedio elevó su producción diaria en 0,5% más que el año anterior, lo que implica que se ha ralentizado la sangría de tambos, ya que la producción interanual fue del orden del 3%.
Si se evalúa su comportamiento en el tiempo, a pesar de la disminución en el número de unidades productivas y en el número de vacas, el tambo promedio presenta en el período 2009-2022 una tasa de crecimiento acumulada anual del 1,2%, lo que permite el sostenimiento e incluso aumento de los niveles productivos agregados a nivel país.
Resulta más notable aún el crecimiento en la producción de las unidades productivas que continúan en la actividad en los últimos 5 años, ya que si tomamos el período 2016-2021 el crecimiento fue del 23,9% en el período, lo cual implica una tasa anual acumulada de crecimiento del 4,4%.
La serie de cantidad de tambos (SENASA) utilizada para los cálculos de la producción por tambo, es la única disponible y a pesar de conocer algunas falencias en el relevamiento de la información, el criterio se mantiene en el tiempo y nos permite evaluar la tendencia. En caso de existir una fuente de información mejor, obviamente no proveniente de estimaciones o supuestos, la incorporaremos en nuestro análisis.