En los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María se vienen desarrollando distintas líneas de trabajo que apuntan a resolver las demandas del sector productivo a nivel local y regional. Una de estas busca proponer un nuevo tratamiento para la infección que genera la mastitis bovina.
Según señaló la graduada del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM, la mastitis bovina representa hoy una de los principales motivos de pérdida económica para el sector lácteo y es causada fundamentalmente por la Staphylococcus coagulasa negativo y la Staphylococcus aureus. «Se trata de dos bacterias que, además de enfermar a la vaca, son capaces de generar biofilms que funcionan como escudo, dificultando así la correcta absorción de la terapia antibiótica suministrada», destacó la médica veterinaria.
“Actualmente estamos trabajando en una alternativa a base de Vitamina D utilizada como agente inmuno modulador, estimulando la generación de péptidos microbianos”, resaltó Georgina, y agregó: “Los péptidos nos permitirían contrarrestar la conformación de esos escudos que generan las bacterias, potenciando el tratamiento antibiótico y a su vez al sistema inmune del animal”.
El equipo, conformado por investigadoras, docentes, becarias y estudiantes de Básicas, viene avanzando desde hace algunos años para dar respuesta a esta necesidad propia del sector productivo lácteo. “En una primera instancia la línea se abocó al desarrollo de formulaciones a base de quitosano, posteriormente se generaron nanopartículas cargadas de este polímero y en esta nueva etapa pretendemos incorporar la Vitamina D a este compuesto, para sumar ambos efectos buscando un mejor tratamiento contra la infección de la ubre de la vaca”, destacó la investigadora.
La relevancia de este avance radica en la posibilidad de evitar las pérdidas económicas que se producen cuando una vaca se enferma de mastitis. Según mencionaron, el tratamiento que se utiliza actualmente implica retirar al animal de la producción mientras se lo esté atendiendo y a su vez, cuando la vaca ya esté curada, no podrá volver a producir comercialmente en el mediano plazo a causa de los restos de antibióticos que se alojarán en su organismo. “Esta alternativa representa una oportunidad para fortalecer el sistema inmune del animal evitando que se infecte con la bacteria y, en el caso de que se infecte, potenciar el efecto de los antibióticos suministrados garantizando una pronta reincorporación a la producción”, concluyó Tiraboschi.
Georgina tiene 29 años es oriunda de Villa Carlos Paz, estudió Medicina Veterinaria en la sede de Villa del Rosario de la UNVM, se graduó en 2019 y a principios de 2020 se incorporó al doctorado en Ciencias con Mención Agroalimentos y fue beneficiada con una beca doctoral del Conicet, dirigida y codirigida por las doctoras Luciana Bohl y Carina Porporatto respectivamente.