Hace una semana se realizó en el Tambo La Escondida de la familia Coluccio, en el partido de Luján, la Primera Reunión de Tamberos Orgánicos Certificados del país. En la misma se intercambiaron experiencias técnicas particulares de los establecimientos orgánicos, distintos planteos para enfrentar la sequía y futura organización del Grupo.
Además de los Tamberos Orgánicos de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos, estuvo presente el intendente de Luján, Leo Botto, la Certificadora OIA y periodistas de diversos medios. Este encuentro se realizó en cuenca lechera cercana a Luján, que representa hoy casi la mitad de la leche orgánica certificada de nuestro país.
Es una reunión muy pionera pues si bien los productores bonaerenses se conocían fue la primera instancia con tamberos orgánicos de las otras provincias. Josefina Coluccio fue la anfitriona de un evento que reunió a 14 de los 16 tambos orgánicos que certifican producción, quien señaló a TodoAgro Radio que el primer tema de la agenda común tuvo que ver con el impacto de la sequía en la región central.
¿Qué estrategias analizaron para mitigar el impacto de la sequía?
Bueno, uno de los problemas propios de nuestros tambos es que debemos proveer alimentos orgánicos, y si bien la norma permite incorporar ensilados y otros alimentos en una proporción determinada es uno de los desafíos más importantes que tenemos. En nuestro caso, estamos trayendo megafardos de alfalfa desde Córdoba y maíz orgánico desde Tucumán.
Josefina Coluccio es licenciada en gestión agraria y comparte con sus cuatro hermanos fueron criados en un entorno de cuidado de la naturaleza y respeto al ambiente. Tiene una hermana médica veterinaria, dos biólogos y el otro licenciado en física.
¿Cómo fue que decidieron ir por producción orgánica de leche?
Pensamos en los modos de agregar valor a la leche que producíamos, en un establecimiento que tiene 8 kilómetros de caminos de tierra y en muchas oportunidades se hacía muy dificultoso sacar la producción. Al principio el diferencial ofrecido no era tentador pero luego, en 2019 se dieron las condiciones para comenzar con esta producción.
La producción de leche orgánica tiene sus propias condiciones. En primer lugar, toda la alimentación debe ser a partir de agricultura regenerativa, no se pueden utilizar agroquímicos ni fertilizantes químicos, todo debe ser gestionado mecánicamente.
En cuanto a los animales los abordajes deben ser curativos, no deben ser preventivos y por ende no se puede aplicar antibiótico en general: animal que se enferma debe ser aislado para curaciones.
El otro elemento importante es que los animales deben pastorear una buena parte del día y en las guacheras la ternerada debe pasar tres meses ingiriendo leche orgánica. “Lo más desafiante para nosotros es regresar a una agricultura de discos y rastras pero de todos modos observábamos el agotamiento del otro sistema, el avance de las malezas resistentes, el uso abusivo de herbicidas, entre otras cosas”, cuenta Josefina Coluccio.
¿Cuáles son los números de La Escondida, hoy?
Por la sequía han disminuido un poco: estamos en 9 mil litros con 400 v/o, con un promedio de 23 litros diario/vaca.
La producción de La Escondida es remitida a la usina de Nestlé que la transforma en leche en polvo para exportar y está comercializando su clásica Nido orgánica.
¿Cómo se realiza la reposición?
La reposición de animales debe ser de tambos orgánicos y solo se permite un 10% del plantel de origen ordinario o tradicional. De todos modos, estamos mudando hacia ejemplares de razas más pequeñas y rústicas y con una menor dificultad para integrar planteles.
Josefina Colussio cuenta que en las ruedas de intercambio entre productores orgánicos surge siempre la pregunta sobre regresar al sistema tradicional, y señala con firmeza que concluyen que no, pues este sistema es más amigable, si bien es más complicado y hay que estar tomando decisiones todo el tiempo pero es más rentable.
De inmediato surge la pregunta:
¿Cuánto mejor respecto a los $58/60 que hoy se paga por la leche tradicional?
Es sensiblemente mejor pero por contrato no podemos dar cuenta de los precios que pagan las usinas por nuestra leche orgánica remitida.
¿Qué hoja de ruta compartirías para quien quiera iniciarse en la producción de leche orgánica?
En primer lugar comenzar con un plantel de vacas que no sea muy grande pero sí sanitariamente muy saludables. Por otro lado contar con un área de producción de reservas para alimentación forrajera, y lo tercero y más importante es tener pasión por lo que se hace.
La mirada de un tambero entrerriano
Horacio Bauer, tambero de muchos años de trabajo en el rubro y que desde hace un tiempo se dedica al tambo orgánico en Urdinarrain, Entre Ríos fue entrevistado por el portal Ahora El Día y señaló: “visitamos un tambo que tiene 400 vacas en ordeñe en un campo de 600 hectáreas. Es un establecimiento, que como muchos otros la está pasando muy mal con la sequía. Lo único que hay son lotes de alfalfa. Lamentablemente no han podido sembrar sorgo y maíz. No llueve desde mayo y tiene reservas para 10 días más y están pidiendo a la certificadora de orgánicos, permiso para ingresar alimentos al tambo, ya que no hay producción orgánica de rollos megafardos y demás, razón por la que pastoreando lo poco que hay y con alimentos que traen de afuera, la pelean día a día”.
El tambero señaló que “la misma situación se está dando en la provincia de Córdoba con una sequía atroz; mientras que los 4 tambos de Entre Ríos estamos un poco mejor gracias a las últimas lluvias que se dieron en la zona”.
Sobre el tambo que visitaron en Luján, Bauer contó que “tienen un promedio diario de 24 litros y trabajan con vacas que son cruzas Holando con Sueca roja y blanca, aunque la mayoría de los tambos están incorporando Jersey y Kiwi, una reza neozelandesa que es la segunda cruza entre Holando y Jersey. Pasando en limpio, en los tambos orgánicos se está utilizando Holando, Jersey, Montpellier que es una raza francesa, Holando Irlandés, Holando Neocelandés, y la mencionada Kiwi. Algunos de los tambos, como el de Luján, están en zonas periurbanas en donde no pueden pulverizar y los que no lo están notaron en su momento que con el tambo convencional en base a un sistema pastoril no se podía subsistir.
El tambero orgánico percibe casi el doble que lo que un productor común, pero también estamos pagando casi el doble el alimento balanceado que se elabora en la provincia de Buenos Aires. Se hace en una planta de Alberti que es la única certificada con producción orgánica”.
Recordó que en su tambo ubicado en el viejo acceso a Urdinarrain, trabaja con “vacas cruza Holando con Jersey. Estamos en los 21 litros con 6 kilos de balanceado,10 kilos de silo y el resto pasto. A diferencia de tambos de otros puntos del país como los ya mencionados de Buenos Aires y Córdoba hemos recibido algunas precipitaciones y un poco de pasto tenemos”.
Dijo que “uno de los problemas que se les presenta a los tambos orgánicos y que se trató en Luján, es el de los residuos de los lavados de los corrales. ¿Qué se hace y qué no se hace? Algunos lo compostan, otros tiran pasto en la pista de ordeñe, luego de las tareas la limpian con pala y forman un compost, no lavan el piso. Otros con distintas piletas reciclan el efluente para que en el piletón quede lo sólido. También están los acoplados estiercoleros para desparramar los residuos en el campo”.
Los tambos orgánicos
El sistema de producción de estos tambos es muy pastoril, con forraje conservado de producción propia sin uso de transgénicos ni agroquímicos y con concentrados que cumplen la misma norma. Trabajan con una alta carga animal y vacas cruza, de menor tamaño, más adecuadas al pastoreo y de manejo reproductivo más sencillo. Por esa mayor carga, aunque tienen producciones individuales algo más bajas, en general logran buena cantidad de leche por hectárea y con altos sólidos, entre 7,5 y 8%.
En la reunión se dio una recorrida al rodeo de vacas triple cruza y luego se realizó una ronda de testimonios y novedades que generó un muy interesante intercambio, del que destacamos algunos aspectos.