Evolución del stock e Indicadores de las fases del ciclo ganadero

Los ciclos de producción son característicos de la ganadería vacuna; los mismos están determinados por las oscilaciones de variables de carácter económicas y biológicas. ¿Qué pasó en el último ciclo?

Los ciclos ganaderos se manifiestan a través de las variaciones del stock de hacienda, que surgen como consecuencia de cambios en la oferta y/o demanda de la carne como bien de consumo.

Un aumento en de la renta ganadera (generalmente se produce como consecuencia de un aumento en los precios de la carne) genera que los productores aumenten su nivel de existencias, para en un futuro cercano incrementar la producción, por lo tanto la oferta en el corto plazo se reduce. La reducción es más marcada en cabezas que en volumen de carne. Por otro lado, la faena disminuye relativamente más en vientres y animales jóvenes.

Cuando los aumentos de la renta se mantienen en el tiempo, crece el precio de las categorías de cría y recría (bienes de capital e intermedios) respecto de los precios de los bienes de consumo (animales destinados a faena). En estas condiciones es que se inicia una fase de retención de ganado, en la que las existencias tienden a aumentar.

Ante reducciones en la renta, se produce el efecto contrario al descripto, y se estaría en presencia de una fase de liquidación del ciclo, durante la cual aumenta la faena y disminuyen las existencias. Esta caída continúa hasta que la disminución de la oferta provoque otro aumento de precios, y de tal manera se dé comienzo a un nuevo ciclo.

En las fases de retención, se prefiere conservar hembras y animales jóvenes, por lo que aumenta el peso promedio de faena. En las fases de liquidación, aumenta la proporción de hembras en la faena y disminuye el peso promedio de los animales.

La distribución ganadera:

Las provincias que mayor preponderancia tienen en la producción de terneros son en orden decreciente; Buenos Aires con 45% de los terneros/as producidos; Santa Fe con 10,5%; y luego le siguen Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y La Pampa. La cantidad de terneros/as que producen estas 5 provincias representa el 84% del total de la producción nacional.

Esas mismas provincias tienen el 80,5% del stock argentino, siendo lideradas por Buenos Aires con el 36,6% del total.

Según surge de los datos informados por Senasa, Buenos Aires no solo es por lejos la provincia que mayor stock tiene, sino que debido a los superiores índices reproductivos aporta más del 45% de los terneros logrados con tan solo el 35,5% de las vacas. Córdoba con el 8,3% de las vacas aporta el 8,5% de los terneros. De las otras provincias mencionadas 2 tienen coeficientes de logro que están en promedio por debajo del 60% y 2 por debajo del 50%,

En función de los datos precedentes, está más que claro el peso relativo de la provincia de Buenos Aires en la evolución del stock nacional. La pérdida de de algo más de 5 puntos porcentuales en el coeficiente de logro, llevó a que se lograran 390 mil terneros, lo que representa el 41% de la diferencia de stock, nacional que cayó en 943.265 cabezas.

Dentro de las provincias que más perdieron stock, Jujuy perdió el 14,6% de su rodeo, San Juan el 12% y Mendoza el 10%. Las pérdidas de estas 3 provincias tomadas de manera conjunta significan el 6% de la caída nacional.

Otras provincias con importantes caídas son Formosa, Chaco, San Luis y Salta, todas con pérdidas superiores al 7% de su propio stock. Estas provincias tienen un peso relativo mayor a las mencionadas anteriormente. La suma de las cabezas perdidas representa el 53% (504.497 cabezas) de la caída a nivel nacional.

Evolución del Stock, producción y nivel de faena:

La evolución del stock nacional está definida por la cantidad de animales que entran (nacimientos) menos los que salen a través de la faena y la mortandad. Cuando la extracción es menor al ingreso, obviamente el stock crece, y disminuye si la salida de animales es mayor al ingreso. La producción neta anual del stock nacional, se estima como la diferencia de inventario menos la faena. De tal manera si la faena es mayor a la producción neta la evolución del stock es negativa; y será positiva en caso que la faena fuera menor a la producción neta.

Hace ya 2 años que la producción neta de cabezas viene bajando, a pesar de los importantísimos niveles de exportación que se venían dando y de los buenos valores de la hacienda en general. En un contexto político amigable para la ganadería esta combinación de factores sin duda hubiera inclinado la balanza para entrar en una fase de retención.

Existen diversos indicadores relacionados con la faena que ayudan a determinar la fase del ciclo en la que se está. Si bien no es necesariamente cierto que si una o más de las tasas de corte supera el valor estimado se esté en presencia de una fase de liquidación, como así tampoco es necesariamente cierto que si se encuentre por debajo exista una fase de retención, marcan una tendencia. Es posible que ante variaciones del comportamiento del rodeo nacional como mortandades por encima de lo normal y/o índices reproductivos que se alejen del promedio, los indicadores no reflejen lo que en realidad sucede. Esto es porque sencillamente lo que los indicadores marcan es una probabilidad, no una certeza, ya que los mismos surgen de correlacionar las diferentes variables con la evolución histórica del stock.

Indicadores de las fases del ciclo ganadero

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, junto con el SENASA, propuso recalcular los stocks bovinos al 31 de diciembre de cada año partir de 2012. La nueva serie histórica al 31 de diciembre muestra el mismo comportamiento que la serie publicada tradicionalmente con existencias al mes de marzo. La modificación de la metodología y la elección del nuevo día de cierre fueron consensuadas con el sector privado (producción e industria) y analistas y referentes de la actividad.

Los indicadores que se muestran a continuación se han confeccionado a partir de los stock a diciembre de cada año. Considerando la serie 2008-2020.

Tasa de extracción de hembras:

Mide el porcentual del stock de hembras que se destinan a faena. El valor de equilibrio es 14,9%, por encima de dicho valor habría liquidación de stock, y por debajo retención. Durante 2020 la tasa de extracción de hembras se ubicó en 16,9%.

En los años en los que hubo liquidación de stock (2008 al 2010) se faenó más del 10% del stock de vacas.

De todos los indicadores analizados el porcentaje de extracción de hembras es quien más se correlaciona con la variación del stock ganadero. En la serie considerada dicho indicador explica en casi un 91 % la variación del stock.

Porcentaje de extracción total:

La tasa de extracción total se define como el número de animales faenados respecto de la existencia total (N° cab faenadas / stock)*100

La tasa de corte por sobre la cual se estima que comenzaría la liquidación del stock, según la ecuación de correlación es 23,8%, con un r” de 0,77

Durante 2020 la tasa de extracción se ubicó en 25,7%.

Porcentaje de faena de hembras:

Mide el porcentual de hembras que componen la faena. El valor de equilibrio es cercano al 43,4%, por encima de dicho valor habría liquidación de stock, y por debajo retención. Durante el año 2020 el porcentaje de hembras en la faena fue de 46,1%.

La variación de stock es explicada en un 74,43% por el porcentaje de hembras en la faena.

De los tres indicadores analizados el porcentaje de extracción es quien menor certeza tiene.

Por el Ing. Agr. Andrés G. Halle

Fuentes: Ganadería en Números (Andrés Halle) – MAGPyA – SENASA

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

Clasificados

Scroll al inicio

Suscribite

Recibí en tu correo nuestro newsletter semanal de noticias.

Verificado por MonsterInsights