Nació en Idiazábal un 14 de febrero de 1937, de muy pequeño su familia se estableció en la periferia de Villa María. “Nació un Día de los enamorados y murió un Día de la Primavera”, dijo uno de sus hijos, haciendo una suerte de parábola para definir quien fue su padre, un enamorado del trabajo, de las vacas y de su familia.
Su hijo Gustavo lo despidió con sentidas palabras en las redes sociales: “Querido papá ya estás descansando en paz después de tanta lucha sacrificio alegrías le doy gracias a Dios por el padre que nos tocó, a Rubén, a Elvio y a mí. Fuiste un ejemplo de persona y eso es lo que hoy vale agradezco a la vida poderte cuidar hasta el último y que ya estés con mamá ese es mi mayor consuelo un hasta luego te amo papá gracias por todo lo que hiciste por tus hijos. Te amo… gracias, gracias, gracias”.
Cabe destaca que en 2015, en el marco de la puesta en marcha de la obra de la cámara colectiva de maduración de quesos Héctor “Pocho” Seia y su familia, dos de sus hijos Gustavo y Elvio, sus nietos y bisnietos, fueron invitados a plantar un algarrobo en el frente de la edificación, como una forma de homenajear a tantas familias como éstas, en ellas se encuentra toda la cadena de valor del Clúster.
En esa oportunidad se colocó la Piedra Fundamental (en la foto de arriba a la izquierda), se realizó como acto simbólico para celebrar el inicio de la obra. En ese año el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó la financiación al Clúster Quesero con U$S 500.000 para la compra de equipamientos de la nueva Cámara de Maduración.
Recibió en su tambo a Alberto Fernández cuando era candidato
Héctor “Pocho” Seia y sus hijos siempre han sido productores de puertas abiertas y por ello no fue casual que el ahora presidente de la Nación, Alberto Fernández lo visitara en su tambo en el marco de la campaña electoral por Córdoba. Fernández dialogó un buen rato con Pocho y su familia y recorrió el tambo, la fábrica de quesos, la guachera y la granja de cerdos.