“Lo que importa es que se hace lo que a uno le gusta”, dijo Fernando Beinotti, un hombre que reparte su tiempo entre su trabajo en una mutual de Las Varillas y su flamante emprendimiento.
En diálogo con Red TodoAgro Radio, Beinotti explicó: “Nosotros en 1997 cerramos el tambo, teníamos 30 vacas sobre 100 hectáreas, lo cual no era rentable, cometimos el error de tener poca carga animal, había que empezar a pagar un alquiler así que cerramos”.
Años después comenzó la repensar la decisión y empezó lentamente a hacer cimientos, paredes, “y fuimos etapa por etapa, hasta que el 13 de marzo de 2021, realizamos el primer ordeñe con seis vacas en producción”, destaca el joven productor quien es asesorado por Franco Torossi, de la consultora Asinta.
Con algunos ahorros, y un “poco de pedal” agrandó su rodeo: “El primer negocio que hacemos son 41 vaquillonas al parir, atrasadas en ese tiempo, las compramos y pusimos dentro del piquete, hicimos todo lo que fue el preparto y empezaron a parir, dando seis vacas en marzo, ocho en abril, y así sucesivamente hasta llegar a julio. Después hacemos otro negocio con unas vacas en producción, unas 35, las trajimos en abril y hoy actualmente tenemos 43 vacas en ordeñe, y estamos sacando 870 litros con las 43 vacas”.
Beinotti explicó su sistema: “Es pastoril, a base de alfalfa, suplementamos con silo autoconsumo, estamos dando un balanceado de proteínas y maíz molido en piletas”.
Consultado respecto a los motivos de la decisión, en especial en estas épocas en que la tendencia marca noticias de carácter contrario, Beinotti dijo: “Qué nos impulsó a abrir el tambo es la pregunta más reiterativa que he escuchado en estos siete años, si bien es una pasión que tenemos por la lechería y por la vaca, sin tener ninguna necesidad económica porque 50 hectáreas en la zona nuestra a 9 quintales es un número lindo. Yo tengo un trabajo fijo en una mutual, pero es mucha la pasión por las vacas, no tenemos otro justificativo”.
Al hablar de sus convicciones respecto a la tarea del tambo subrayó: “Acá lo importante es hacer las cosas bien, poner lo mejor de uno, adaptar cada tambo a un sistema. Pienso que el tambo te permite reducir costos, como tener un autoconsumo a tener un mixer, que la vaca busque el pasto o traérselo, son diferentes alternativas a las que se presta la lechería; algo distinto a otras producciones. Estamos muy contentos con lo que es promedio, litros, es algo familiar que lo hacemos juntos, creciendo y aprendiendo día a día”.
El sistema Beinotti apunta en esa superficie a lograr unos 3.500 litros diarios, con 170 vacas, “esa sería una de las metas”, sentenció.