Kéfir de leche: sinergia por una mejor nutrición

Mariana Fernández es productora, perteneció al Grupo de Abastecimiento Local “La Histórica” y ofrece sus productos en el Mercado Agroecológico de la Agencia de Extensión Rural Concepción del Uruguay, incorporó recientemente un nuevo producto al mercado, el kéfir.

Ante la consulta a Mariana sobre qué es el Kéfir, responde “es un alimento fermentado, probiótico, que se genera a través de la fermentación de la leche en yogur”. Y continúa explicando que “probiótico quiere decir que es rico en bacterias y levaduras, mejora nuestra flora intestinal, ayuda a nuestra inmunidad y a tener una vida mucho más saludable”

Comunmente se conocen tres tipos de kéfir: de leche, de té y de agua. Mariana elabora y comercializa el kéfir de leche, y relata en qué consiste dicha elaboración “se genera a partir de la mezcla de los gránulos propios de kéfir de leche con una leche que puede ser entera, en polvo o descremada, que no sea la fortificada con hierro porque puede haber algunos microorganismos que no crezcan en estas condiciones; se hace una mezcla de una cucharadita de gránulos junto con 100 cc de leche, esta proporción es la adecuada para que en 24 horas, podamos transformar esa leche en yogur, en el caso de manejar más volúmenes, lo que se aconseja es 50 gramos de gránulos por litro”.

El diálogo con Mariana  generó otras preguntas, ¿Cuál es la temperatura óptima para prepararlo?, ¿se puede refrigerar? y, ¿qué preparaciones puedo realizar con el kéfir?

“La temperatura óptima sería 24 °C, por eso se puede preparar arriba de la mesada donde se maneja esta temperatura interior. En el verano, cuando hace más calor, tenemos que guardarlo en la heladera o dejarlo en un lugar fresco para que ocurra la fermentación de manera natural y controlada. Es importante recordar que el beneficio del kéfir siempre cumplirá su función estando frío, si se prepara en caliente pierde la característica probiótica. Lo ideal es consumirlo inmediatamente después del colado o guardarlo en la heladera, para que sus propiedades se conserven”.

En cuanto a las preparaciones, continúa explicando, “se le puede agregar gotas de esencia de vainilla y algún azúcar (preferentemente de origen orgánico, mascaba o negra) también le podemos agregar frutas (manzana y miel es una combinación muy rica), también se puede agregar algún tipo de endulzante como stevia o edulcorante natural, o de igual forma se puede mezclar con una cucharada de algún dulce que tengamos en la heladera (moras, durazno, etc.)”.

Tanto el kéfir de agua como el de leche contienen la misma micro flora, sólo que los medios en los que se desarrolla son distintos. El kéfir de leche es más popular, quizá porque por su textura y sabor es parecido al yogur.

Si se desea obtener el producto se recomienda comunicarse con la Agencia de Extensión Rural Concepción del Uruguay, quienes les brindarán mas información. 

Para más información: gagliano.elena@inta.gob.ar

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