Y el relato de Hacho continúa así:
Ese año el jurado era Coco Talento Amato, un gran criador de Navarro, cuya cabaña San Miguel tenía una enorme influencia en la raza por esos años, especialmente luego de una venta liquidación en 1974, donde muchas de sus vacas habían sido compradas por otras cabañas y esas familias se estaban multiplicando por todo el país. Si duda la más famosa era la Marto 5, dos veces Gran Campeona de Palermo.
Además de su trayectoria como criador, Coco era además un reconocido jurado, que había actuado en muchas pistas del país y ya era conocido por su capacidad de oratoria ( sin duda por algún componente genético, ya que su padre fue un conocido miembro del partido Conservador) y por tirar, cada tanto, algunas frases «picantes»..
Ese día, en una pista colmada de gente mirando la jura, recuerdo dos de sus frases que, sin duda, me quedaron grabadas.
La primera se produjo luego ubicar la categoría de machos Junior Mayor. Si bien la exposición era muy buena, esa categoría de machos (prácticamente todos para la venta) era muy floja. El pobre Coco pasó un largo rato tratando de buscar alguna forma de ubicarlos y, a la hora de justificar su fallo, arrancó diciendo que algunos criadores debían entender que el cuchillo no solamente servía para comer asados…..
Sin duda la frase era chocante, pero no dejaba de ser cierta, y lo notable es que 40 años después, lamentablemente sigue teniendo la misma vigencia: aun con muchos menos animales en pista, seguimos viendo algunos toros que se ofrecen en venta que uno siente que no van a hacer ningún mejoramiento en ningún lado.
Pero la siguiente frase de Coco que quedó para la posteridad ese día fue cuando juraba la categoría de 4 años, donde postergó una vaca muy linda de los Hermanos Pereda, porque tenía una ubre de poca capacidad y, en el micrófono, Coco justificó el fallo diciendo: «Mi padre siempre decía que nunca el baile puede ser grande cuando la pista es chica».
Como dije antes, lo de los toros sigue siendo cierto, pero respecto de las ubres, tenemos que reconocer que, desde aquella época hasta ahora, hemos alcanzado un progreso fenomenal en la conformación de las ubres de las vacas, encontrando la forma para que las vacas puedan tener mucho más capacidad para almacenar leche en sus ubres, sin tener que ser demasiado voluminosas.
¿Cómo se ha logrado?
1) Mejoramiento notable de la textura de las ubres: las vacas modernas tienen sistemas mamarios que son prácticamente exclusivamente glándula mamaria y nada de tejido conectivo. Las ubres así son más elásticas, y además más livianas, por lo que les permite almacenar mucha más leche, tanto en los cuartos delanteros, como los posteriores. Además, la mejor textura hace que las vacas inflamen menos al parir, y esa menor inflamación es altamente beneficiosa para evitar rotura de ligamentos.
2) Ubres posteriores más altas, y fundamentalmente, más anchas: Esto significa que la ubre se inserta mucho más «arriba» en el cuerpo, logrando mantenerse más lejos de la línea del garrón ( o corvejón, como lo llaman en muchos países hispanoparlantes). La profundidad de ubre es, como rasgo, uno de los de mayor correlación negativa con longevidad, por lo que necesitamos que cada vez las vacas den más leche pero que mantengan sus ubres firmemente adheridas al cuerpo.
3) Inserciones anteriores de más capacidad: el mismo ancho de la ubre posterior continua hacia adelante del cuerpo, por los que los cuartos anteriores también son más anchos y, en aquellas que son muy lecheras, tienden a «abultarse», precisamente para ganar en capacidad. Este abultamiento no debe resentir la adhesión de la ubre a la pared del abdomen, pero es normal que cuando la ubre se «exige» para almacenar más leche, tienda ligeramente a englobar la inserción anterior.
4) También hay factores de manejo: Un ejemplo lo constituyen los tres ordeñes (o más, en caso de ordeñe robótico), que evita que la vaca tenga la ubre todos los días forzada al máximo con 12 horas de leche, como también la nutrición, especialmente en el periparto. Aun con mejores ubres, hoy manejamos nutricionalmente mucho mejor a las vacas preparto y frescas, y «cuidamos» mucho más tanto a las vacas como a sus ubres.
De ahí que la frase del querido Coco ya no siempre es tan así, y hoy vemos vaquillonas que están dando muchísima leche, aunque no parece que estuvieran dando tanto, lo que es realmente muy bueno, tanto para la vaca como para el bolsillo del dueño!.
Espero que les guste la «vaquita» que elegí para este comentario. Al menos, a mí me impresiona. Es una foto muy reciente de Progenesis Topnotch Oakley, (VG86) Esta hija de Topnotch proveniente de la familia de la Miss America, es propiedad de Claynook Farm y parió con 1 año y 11 meses. Tiene una lactancia proyectada a 305 días de 12,000 kgs. 4,5% de grasa y 3,4% en proteína. Tener ubres tan anchas en vacas jóvenes está ocasionando algunos problemas de movilidad, ya que las vacas tienen que caminar «alrededor» de la ubre. Pero este no es su caso!