La expansión del compost requiere manejos y opciones

La producción primaria en el centro del país avanza hacia manejos de confinamiento. En tanto, se ofrecen espacios que acortan vínculos entre productores y con los elementos técnicos más necesarios para el manejo cotidiano. Fue parte de lo que se expuso en las jornadas lecheras de TodoLáctea.

Establos con cama de compost, con diferentes modelos de gestión, de eso habló el ingeniero agrónomo Juan Monge, docente universitario de la UNVM y asesor en tambos estabulados aportó datos sobre los sistemas que crecen en los tambos argentinos, en la segunda jornada de TodoLáctea 2022.

Hoy hay 77 empresas que lo emplean, con casi 34 mil vacas en estos sistemas, Córdoba tiene el 45 por ciento del total, 26 por ciento Buenos Aires y en expansión, 17,5 por ciento en Entre Ríos, Santa Fe tiene el nueve por ciento y el resto en Salta u otros casos puntuales.

El compost requiere un trabajo diario de la cama, que tiene una forma biológicamente aceptable del tratamiento de las heces de los animales y su reutilización.

El diseño, la ventilación, la carga animal, el sustrato elegido y el laboreo en su combinación hacen al éxito de la cama de compost. La condición óptima es de una cama seca, cómoda, mullida, donde los animales puedan estar echados gran parte del día.

La decisión inicial está en la de encerrar a los animales, en corral abierto o en estabulado con techo, en freestall, o en compost barn que se reparte entre cama fría y cama caliente.

El gran problema es la humedad de la cama, que tiene un aporte de hasta el 70 por ciento de humedad por la orina y el estiércol de los animales, por lo tanto ese control es fundamental para el bienestar.

Las temperaturas ambiente variables cambian el proceso de evaporación de la humedad, por ende el manejo del sustrato será la clave del sistema. La necesidad de esto, va a variar sobre la carga animal (oscila entre 10 y 15 metros cuadrados por vaca), pero también si en la base se tiene o no cemento.

Ambas camas necesitan un laboreo de dos veces al día, incluyendo cincel para descompactar y el rotovator para picar en partículas de hasta tres centímetros para una mejor evaporación. El sustrato debe tener baja densidad, que sea limpio, económico.

La viruta de madera es la vedette, pero difícil de conseguir. Se puede suplir con aserrín.

En Córdoba la cáscara de maní es la protagonista, pero también se puede usar paja, chala de maní, cáscara de girasol y de arroz.

En la Universidad Nacional de Villa María se están haciendo investigaciones sobre bacterias nitrificantes, para poder bajar las emisiones y mejorar la tasa de compostaje.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

Clasificados

Scroll al inicio

Suscribite

Recibí en tu correo nuestro newsletter semanal de noticias.

Verificado por MonsterInsights