En el alambrado todavía está, y bien distinguible, el cartel de "Productor de Cambio Rural". Es de chapa y fue colocado en los años 90. Y es que Orlando Porta y su familia estuvieron y siguen cerca del INTA de muchas maneras a lo largo de su historia como empresa.
Orlando junto a su mujer Marcela, su hijo Federico y sus hijas, Marianela, Bárbara y Estefanía, sigue adelante con su tambo en la zona de Vila, provincia de Santa Fe.
Esa historia, sus huellas, oportunidades actuales y múltiples redes activadas, se vieron nítidas en la jornada del 14 de junio de 2024, en un nuevo «Viaje a Tambos Sustentables Sin Escalas», el 7° desde el 2020, que se tradujo en una visita y recorrida al tambo “El Arbolito”.
Escuchamos de boca de los mismos miembros de la familia, acompañados por el equipo de la INTA – AER Castellanos, el asesor del grupo de Cambio Rural y otros técnicos del INTA y de diversas empresas y grupos, cada una de las innovaciones que están llevando adelante.
En las diferentes paradas que recorrimos junto a 80 personas, descubrimos: la crianza, el manejo de las pasturas y la alimentación, las buenas prácticas y tecnologías de bienestar animal, el manejo del agua a través de un circuito recién estrenado, y la incorporación de bioinsumos para diferentes usos vinculados con la alimentación de los cultivos y los animales, con resultados tangibles y medibles, ¡y sorprendentes hasta para ellos mismos.
El intercambio, los aportes de los participantes, las dudas y experiencias traídas desde diferentes visiones caracterizaron la mañana.
Al final, Matías Maina, el asesor del grupo de Cambio Rural, repasó con números y acciones las dimensiones económico-productiva, sociocultural y ambiental de la empresa.
La diferencia entre empresas parecidas a las que les va distinto, la hacen las personas que la habitan, coincidieron los participantes. La inundación marcó un antes y un después para esta familia de productores, que se animó a sentarse a pensar en el futuro: qué era innegociable y qué deseaban que fuera diferente.
No faltaron las palabras compromiso, ambiente, rentabilidad y calidad de vida en ese barajar y dar de nuevo. Hoy nos mostraron cómo caminan este proyecto, qué lograron, qué les falta y con qué sueñan. Y lo disfrutamos todos.
Reporte del equipo de Comunicación del INTA Rafaela