Desde 1988, diecisiete países han aportado material genético al Holando Argentino, aunque el estudio destaca que más del 80% de la influencia genética proviene de Estados Unidos, con Canadá en un distante segundo lugar. La contribución local, en cambio, ha sido mínima, lo que plantea interrogantes sobre las limitaciones y potencial de las líneas genéticas extranjeras en el contexto productivo argentino.
Esta investigación abre el debate sobre la relación entre genética y ambiente en los sistemas de producción locales, señalando que países como Nueva Zelanda y su influencia genética aún son limitados en Argentina. Próximos estudios del equipo buscarán entender mejor estos factores y su rol en el rendimiento de los sistemas mixtos.
Fuente: Equipo de Genética Lechera, OCLA