La leche y su valor en la sociedad y la economía

Además de producir el alimento más completo e indispensable desde el punto de vista nutricional para el ser humano, la cadena de producción láctea genera grandes beneficios en los territorios, las comunidades y el progreso de las poblaciones rurales.

Todo esto puede darse respetando la sostenibilidad ambiental y el bienestar animal, realizando grandes aportes a la economía y el agregado de valor. Esto es especialmente destacable en la región de América Latina, donde la producción y el consumo de lácteos tienen un rol muy importante en la economía y la alimentación, ya que constituye un componente accesible y económico de la dieta de las poblaciones, y con un fuerte arraigo en las culturas locales.

El sector lácteo está comprometido con la producción de alimentos nutritivos de forma responsable y respetuosa con el medio ambiente. Con este compromiso, el sector busca que sus productos ayuden a crear sistemas alimentarios resilientes y sostenibles, que sean equitativos, seguros y garanticen una nutrición de alta calidad para todos, y que impacten positivamente en la economía y la sociedad.

La región cuenta con aproximadamente 3,3 millones de productores de leche, donde la gran mayoría de las fincas se organiza a partir de una fuerte presencia del productor y su familia en las actividades productivas.

En el estrato de productores más pequeños, la lechería proporciona una fuente regular de alimentos y un flujo periódico de ingresos, poniendo a los productores en una mejor posición para alimentar a sus familias.

Además de este aporte social, hay un reconocimiento bien fundado sobre las propiedades nutricionales de los lácteos y esto está ampliamente extendido en el ámbito de las políticas públicas, como lo demuestra el hecho de que en todas las pautas nacionales de alimentación saludable los lácteos se encuentran dentro del grupo de alimentos priorizados en el marco de una dieta equilibrada, con una variedad de alimentos.

En América Latina existen diversos ejemplos del impacto positivo que ha tenido la implementación de los programas de vaso de leche escolar, por ejemplo; México, República Dominicana, Honduras, Panamá, El Salvador, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Argentina, Brasil y Chile son países donde, gracias a la implementación de estos programas, se ha logrado disminuir la deserción escolar, mejorar el rendimiento académico y favorecer al crecimiento y desarrollo de los niños beneficiados.

Estos programas han generado una importante sinergia entre políticas públicas referidas a la sana nutrición y las que están orientadas hacia la mejora de los productores lecheros en especial los de pequeña escala, generando un verdadero círculo virtuoso que es ejemplo exitoso en muchos países en el mundo y en nuestra región.

Por Ariel Londinsky – Secretario General de la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE)

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