La mayoría de los ensayos duraron de dos a cuatro semanas y evaluaron vacas después del pico de lactancia. Este es el momento más fácil en el ciclo de lactancia para realizar ensayos porque las vacas están disminuyendo su producción de leche y es menos probable que experimenten problemas metabólicos. Los resultados del ensayo respaldaron consistentemente el uso de pasta de canola en las dietas de lactancia, con un aumento promedio de un litro de leche con energía corregida.
Un estudio reciente mostró que tenemos más que aprender: el estudio mostró que los ensayos de alimentación realizados durante un período de dos a cuatro semanas no brindan una imagen completa, y estos hallazgos pueden cambiar la forma en que se realizan los estudios futuros.
El estudiante de posgrado Jordan Kuehnl y el profesor supervisor Dr. Kenneth Kalscheur realizaron un ensayo comparando la harina de canola con la harina de soya durante un período de alimentación de 10 semanas. Una observación inesperada del ensayo fue una diferencia en la persistencia entre las dos fuentes de proteína. Los resultados se ilustran en la Figura 1 . La dieta de pasta de canola mantuvo mejor la producción de leche que la dieta de pasta de soja. A las cuatro semanas de iniciado el estudio, la diferencia en la producción de leche entre los dos tratamientos fue de 1,3 litros por vaca por día. Esto es similar al promedio de muchos otros experimentos de alimentación. Sin embargo, a las 10 semanas, las diferencias en la producción de leche entre los dos grupos aumentaron a 3,3 litros por vaca por día.
Esto mostró que la dieta de pasta de canola apoyó una mayor persistencia en la producción. Por lo general, la persistencia se considera una variable genética, pero estos resultados sugieren fuertemente que la nutrición juega un papel importante.
Sobre el juicio
El propósito original del estudio fue comparar las respuestas de producción de las vacas, agrupadas según el consumo de alimento residual y alimentadas con dietas con 16,5% de proteína cruda (base de materia seca), donde la proteína suplementaria fue proporcionada por harina de soya o de canola. Las composiciones de la dieta se dan en la Tabla 1 . La pasta de canola se sustituyó por harina de soja y cáscaras de soja en la dieta de control. Las vacas promediaron 85 días en leche (más allá del pico) cuando comenzó la prueba, y la prueba duró 10 semanas. La respuesta de la producción de leche a la fuente de proteína no fue diferente debido al estado de consumo de alimento residual de las vacas. Sin embargo, los investigadores encontraron que la tasa de disminución en la producción de leche se redujo cuando las vacas recibieron la dieta de pasta de canola.
Se determinó que la diferencia de rendimiento para todo el ensayo era de 2,7 litros por vaca por día. Sin embargo, si el experimento se hubiera terminado antes, este valor habría sido menos significativo. Esto significa que se debe considerar el valor de los diferentes ingredientes con respecto a su efecto sobre la persistencia.
Importancia de la persistencia como medida económica
La capacidad de mantener la producción de leche más allá del pico es un parámetro económico importante en la lechería. El costo requerido para alimentar y mantener a la vaca debe ser menor que los ingresos recibidos de la leche que produce, por lo que lo ideal es una tasa más lenta de disminución en la producción de leche después del pico.
La duración del ciclo de lactancia no se conoce hasta que se confirma que una vaca está preñada. Permitiendo los 60 días habituales para el período seco y un período de gestación de 283 días, la lactancia debe extenderse aproximadamente 263 días más allá de la fecha en que se confirmó el embarazo. Las vacas que requieran un mayor número de servicios por concepción experimentarán una lactancia más prolongada. La producción de leche puede no ser rentable hacia el final del ciclo de lactancia. Esto dependerá del costo del alimento por vaca por día y el valor de la leche con corrección energética:
Costo del alimento ($/vaca/día) / precio de la leche ($/L) = leche de equilibrio
Por ejemplo, si el costo del alimento por día es de $11 y un litro de leche tiene un valor de 80 centavos, entonces las vacas que producen 13,75 litros o menos de leche están perdiendo dinero para los productores.
Cuando una vaca está perdiendo dinero de un productor, el productor tiene tres opciones: continuar ordeñando la vaca con pérdidas, sacrificarla o secarla antes. El ordeño con pérdida puede ser necesario para cumplir con la cuota. El sacrificio de vacas preñadas también puede ser una carga financiera y una carga para el progreso genético. El secado temprano de las vacas es una mala alternativa ya que la vaca puede engordar en exceso, lo que genera dificultades en el parto y problemas de salud en la lactancia posterior. El valor de una mayor persistencia aumenta con períodos de lactancia más largos.
Si bien se ha asumido en gran medida que la persistencia es una variable controlada por la genética, la capacidad de manipular la persistencia a través de la genética es limitada. Se ha determinado que el índice de heredabilidad es de aproximadamente 0,10 a 0,15, que se considera bajo.
Si las variables de alimentación pueden influir en la persistencia, entonces hay oportunidades no solo para ordeñar reproductores tardíos de manera más rentable, sino también para extender los intervalos entre partos de manera más rentable. Para hacerlo, más ensayos de alimentación deben incluir la determinación de la persistencia junto con las diferencias de tratamiento. Si bien esto puede requerir períodos de alimentación más largos, el valor de los cambios realizados en la dieta se puede evaluar con mayor precisión que simplemente comparar los resultados de un período de alimentación relativamente corto.
Por Brittany Wood y Essi Evans – Publicado en progressive Dairy
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