La producción total de leche alcanzo en 2019 los 10.343 millones de litros, es decir, -1,75% respecto al año anterior. Pero las cosas están cambiando y mucho en este 2020.
En el mes de junio de 2020 la producción fue de 893,9 millones de litros de leche, esto implica un valor 2,7% por encima del mes anterior (+6,1% en el promedio diario) y un 10,6% más que igual mes del año anterior. El acumulado de los últimos 12 meses tiene un incremento del 5,1%, lo cual muestra la tendencia al crecimiento entre 2019 y la perspectiva 2020.
En el gráfico siguiente, se observa que la producción en junio 2020 está por encima de junio del año pasado, también por encima de junio de los últimos 5 años. El acumulado del primer semestre del año está 9,3% por encima de igual período del 2019 y también es 2,4% superior a 2018 (a igual cantidad de días o promedio diario), lo cual indica que no sólo se da en 2020 una recuperación de la baja producción de 2019, sino que se expresa un crecimiento genuino.
En el gráfico siguiente se puede ver que el ritmo de crecimiento acumulado se mantiene hasta junio, y que según hemos podido consultar con varias industrias se mantendría hasta julio, y luego las tasas de variación irían disminuyendo hasta tornarse neutras o en algunos casos negativas para el último mes.
En base a estos niveles de producción, la evolución que hemos relevado para julio actual y las estimaciones propias más la consulta a referentes sectoriales, nos llevan a proyectar un volumen de 10.890 millones de litros de leche para el año 2020 lo que representaría un incremento del 5,3%. Cabe acotar que esta variación está dentro de las estimaciones más moderadas ya que hemos observado proyecciones que alcanzan el 6%. Obviamente esta proyección incluye los pronósticos climáticos conocidos a la fecha, las relaciones de precios actuales y proyectadas, el relevamiento de pasturas, reservas y vacas de las diferentes regiones y no prevé ninguna contingencia extrema que no sea la conocida a la fecha en lo que refiere al mercado interno y externo de productos lácteos.
Teniendo esta estimación de producción, deberán evaluarse los otros tres componentes relevantes del Balance Lácteo (existencias, consumo doméstico y exportaciones), para tener un panorama actual y de mediano plazo, y en base a ello determinar el posible comportamiento de la cadena láctea en lo que resta de 2020.
Elaborado por el OCLA con datos de la DNL-MAGyP