“Más allá del sistema de tambo, sean galpones o sistema pastoril, las enfermedades podales son un problema muy importante y hay que prestarle atención. Todo lo que hagamos va a repercutir positivamente en el bienestar animal”, apunta Pablo Acosta especialista en la materia.
El médico veterinario Pablo Acosta revista en la empresa Cowix, especializada en soluciones integrales de nutrición, salud animal y calidad de leche. Será el guía y disertante del Taller de Salud Podal de la Vaca lechera que tendrá lugar en TodoLáctea, el próximo miércoles 14 de mayo desde las 9.00 horas.
“Los principales problemas que está teniendo Argentina son los que también vemos en otras partes del mundo, desde enfermedades infecciosas a enfermedades traumáticas. Dentro de los infecciosos, Argentina está en consonancia con el resto del mundo con la prevalencia de dermatitis digital. Otra enfermedad infecciosa, pero ambiental son los flemones que vienen por dermatitis interdigital, ambiente-dependiente, tiene que ver con clima y manejo de purines”, apunta Acosta.
“Después, otro punto importante son los traumas, con una serie de diagnósticos importantes para trabajar. En ese caso es indistinto el tipo de tambo”, agrega.
Hace muchísimo tiempo que Argentina al foco lo pone sobre la vaca ya enferma, pero las acciones preventivas son menos costosas e impactan mejor en el resultado: “el gran cambio que tenemos que hacer es trabajar en planes de prevención para tener la menor cantidad de vacas enfermas. Si no prestamos atención puede transformarse en el primer problema de refugo del tambo”, dijo Pablo Acosta.
El experto que revista en Cowix brindará un taller en TodoLáctea de 3 horas de duración con una parte teórica y una parte práctica para así ayudar a empleados e interesados a mejorar prestaciones: “No alcanzan los profesionales en Argentina que se dediquen a atacar problemas podales, somos muy pocos. Hay mucho por hacer ahí”.
“En cuanto a tecnologías e instrumentales, hay un grupo de herramientas que hay que tener. Lo más importante son los potros. Después tenemos la parte eléctrica que son amoladoras, pistolas de calor; y para la parte de corte, se necesitan pinzas y discos de desbaste, entre otros elementos”.