Lecheras de oro: de la inseminación al genoma

Cuando allá por 1949, en Londres observaron que, gracias al agregado de glicerol a la mezcla diluyente de yema de huevo y citrato de sodio, los espermatozoides de un gallo seguían vivos después de descongelarlos, se revolucionó el mejoramiento genético de los rodeos lecheros del planeta.

En la década de 1970 se generaliza la inseminación artificial de toros Holando Argentino dejando atrás definitivamente el uso de razas de doble propósito de aquella época (ver Foto). En el año 2009 se introduce el análisis genómico de toros padres constituyéndose en la técnica más relevante desde la implementación de la inseminación artificial.

Foto: A la izquierda vacas de raza Red Poll dieron origen a la actividad lechera en la estancia Tatay en Carmen de Areco en 1890. A la derecha vacas Holando Argentino/Holstein del rodeo en producción actual.

Posteriormente a la divulgación de la inseminación artificial, el rodeo lechero argentino fue creciendo en su valor genético manteniéndose durante años holgadamente superior a lo que los sistemas de producción locales, basados en pastoreo, pudieran exigir. En años recientes, la mejora en alimentación y la atención de los temas referentes al bienestar animal con incorporación de confinamiento estabulado (observado mayormente en la cuenca central de Argentina), han llevado a las vacas a obtener producciones impensadas y ya no hace falta viajar a California para ver rodeos arriba de 40 litros. El gráfico «Evolución producción individual» es una actualización ponderada de la presentada en «50 años de historia de la lechería en Argentina». La creciente divulgación de estos nuevos planteos productivos, que también incluyen apoyo tecnológico novedoso como son el advenimiento de los collares de monitoreo o el ordeñe robótico, obliga al productor a seleccionar las mejores vacas para poner en esos galpones.

Acelerar el mejoramiento genético

Con la llegada de la genómica los toros dejaron de ser aquellas “aventuras” que obligaban a esperar el desarrollo de la descendencia y ver qué resultados había. Ahora, teniendo los toros padres genotipados y contando con un sistema de registros de servicios y parentesco madre-hija serio y metódico, se puede llevar adelante el análisis genómico por genealogía para las hembras del rodeo lechero obteniendo información del valor genético de todo el rodeo de un tambo con buen correlato con el análisis de ADN (60-70%). Esta información es personalizada adaptándose a la visión que se tenga del futuro rodeo. Para el caso del gráfico siguiente, el Indice Genético responde a un esquema de mejoramiento con 60% para rasgos productivos y 40% para  rasgos de salud y eficiencia. Hay conceptos que surgen de la imagen. En primer lugar se nota le mejoría genética en las generaciones nuevas del rodeo, en segundo lugar observamos que las vacas de más de 2 lactancias quedan casi todas abajo del promedio! Y luego notamos la importante dispersión dentro de la misma generación de animales.

Una estrategia para acelerar el mejoramiento genético observado sería utilizar semen sexado (cuatriplica las hijas obtenidas que ingresan a la producción que el semen convencional) de los mejores toros disponibles (hoy se consigue sexado de toros TOP) en el 30% de la población superior en Indice Genético. Esta selección abarca buena parte de las hembras vírgenes y las de primera lactancia. En esta primer instancia se podría muestrear para análisis de ADN con el fin de confirmar el Indice genealógico. Mientras tanto esperaremos arrimar el nivel del Indice del rodeo al de los toros padres y que baje el costo del análisis genómico que hoy cuesta entre 30 y 50 US$/animal dependiendo de los rasgos a pedir.

Por: Marcos Snyder – Dairylando.com (https://dairylando.com/2022/09/14/lecheras-de-oro/)

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