Dos tambos cordobeses, de la Cuenca Villa María han sido los primeros en la Argentina en certificar la norma IRAM 14400 de buenas prácticas para la producción lechera bovina. Dos ramas de la familia Giraudo son los protagonistas.
Las Buenas Prácticas Lecheras permiten lograr la sustentabilidad ambiental, económica y social para procesos en la unidad productiva, lo que da como resultado productos inocuos y de la calidad esperada. Se abre la posibilidad para el sector lechero argentino en cumplir con la normativa, que será clave para mejorar la posición en la cadena lechera internacional, que cada vez es más exigente desde el consumidor.
Quienes se convirtieron en los dos primeros tambos de Argentina en certificar buenas prácticas se encuentran a 5 kilómetros de distancia, muy cerca de la ciudad de Villa María.
El Tambo El Lahual, ubicado frente al Aeropuerto de Villa María, que lidera Ramiro Giraudo junto a sus hermanos, cuenta actualmente con unas 600 vacas en ordeño, con una producción individual que supera los 40 litros en promedio por día, mientras que el Tambo Mharnes de la empresa Don Emilio SRL, liderado por los hermanos Pablo y Gabriel Giraudo cuentan en su tambo con 800 vacas en ordeño, con una producción superior a los 35 litros por animal
Cabe destacar que las buenas prácticas implican el cumplimiento de un conjunto de procedimientos, condiciones y controles que se aplican en el tambo, con el objetivo de preservar la inocuidad y calidad de la leche producida, la seguridad de quienes trabajan, el bienestar animal y el cuidado del medioambiente.
El trabajo realizado por el doctor Eial Izak y el ingeniero Kevin Díaz Cervigni de la consultora Ser Cow Tech puntualiza lo siguiente respecto al logro de la certificación de Buenas Prácticas para la Producción Lechera Bovina.
Introducción
En abril de 2022, a partir de un trabajo conjunto entre especialistas del sector lácteo y el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) se creó la norma IRAM 14400, denominada “Buenas Prácticas para la Producción lechera bovina” (BPL). Esta norma permite certificar un conjunto de procedimientos, condiciones y controles que se aplican en el tambo, con el objetivo de preservar la inocuidad y calidad de la leche producida, la seguridad de las personas, el bienestar animal y el cuidado del ambiente.
En este contexto, el equipo de la Dirección Nacional de Lechería (DNL) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), coordinado por el Director Nacional de Lechería Sebastián Alconada en plena coincidencia con los objetivos propuestos por el Gobierno Nacional sobre mejorar la calidad productiva del sector lácteo, realizó una importante gestión durante todo 2024 enfocada en impulsar la adecuada aplicación de las Buenas Prácticas Lecheras como herramienta para la mejora de los indicadores “tranqueras adentro”. En el marco del trabajo territorial de la DNL, se han realizado diversas visitas a las provincias que conforman el Consejo Federal Lechero (CFL), encontrándose una intención de mancomunar esfuerzos para el desarrollo de la implementación y certificación de las BPL en las provincias de Córdoba y Santa Fe.
Certificación en la provincia de Córdoba
En relación a la provincia de Córdoba, esta sinergia se plasmó en un trabajo conjunto entre la DNL, el Gobierno Provincial y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), visitando en el mes de julio pasado el establecimiento “El Lahual” y su tambo “San Carlos”, ubicado en la localidad de Villa María. Este establecimiento cuenta actualmente con unas 600 vacas en ordeño, con una producción individual que supera los 40 litros en promedio por día. Teniendo un gran de interés en lograr la Certificación de esta Norma, Ramiro Giraudo, su titular, solicitó una primera auditoría de las condiciones generales de producción, que fue realizada en base a la aplicación “Lecheck”, creada por el INTA. “El Lahual” es un tambo que se caracteriza por su intención permanente en avanzar hacia la mejora y eficiencia en su gestión. En este sentido, ha aplicado para el otorgamiento de un crédito en el marco del Programa MÁS BICE – “Línea Asistencia a la Cadena Láctea” para la incorporación de un sistema de ordeño rotativo que le permitirá próximamente ampliar su rodeo e incrementar su producción.
Por otra parte, en el mes de agosto del corriente, nuevamente la DNL junto con el Gobierno cordobés y el INTA realizó la primera visita al establecimiento “Grupo Mharnes”, también ubicado en la localidad cordobesa de Villa María. El Grupo Mharnes, cuenta en su tambo “Don Emilio SRL” con 800 vacas en ordeño, con una producción superior a los 35 litros por animal. Al igual que sucedió en el caso previo, con la determinación de alcanzar la certificación de la Norma IRAM, se solicitó una auditoría inicial de las condiciones generales de producción.
Cronograma de la Certificación
Una vez realizados los análisis iniciales, ambos establecimientos comenzaron a trabajar individualmente con la Consultora SER COW TECH (Consultoría en Tecnologías para la Producción Lechera), integrada por el Dr. Eial Izak y el Ing. Agr. Kevin Díaz Cervigni. Luego de dicho asesoramiento, la Consultora efectuó un diagnóstico para ambas empresas, y comunicaron los resultados obtenidos para que ambos establecimientos iniciasen las respectivas acciones de mejora, en pos de cumplimentar con las pautas normadas. Paralelamente, la DNL continuó con sus visitas a ambos establecimientos para colaborar en la evolución de la aplicación de las medidas a adoptar en cada caso y brindar asistencia cuando lo fuere necesario.
Cuando las empresas consideraron haber cumplido con todos los requisitos faltantes para lograr la Certificación, ambas recibieron la visita del auditor especializado de IRAM, Ing. Agr. Enrique Kurincic, durante los días 27 y 28 de noviembre pasado. Al respecto, la auditoría resultó favorable en ambos casos, en tanto que luego de haber sido realizado un examen exhaustivo y pormenorizado de cada uno de los puntos reglamentados en la Norma 14400, se informó que ambos cumplimentaron los requisitos para recibir la Certificación.
A su vez, en virtud de que el Informe de Auditoría no recibió impugnaciones por parte de ninguno de los establecimientos auditados, el procedimiento siguió su curso hasta la instancia de emisión del Certificado correspondiente para cada caso. Finalmente, el Certificado IRAM se entrega en forma conjunta con el Informe Final de cada establecimiento, y cabe destacar que ambos tambos son los primeros en recibir la Certificación en Buenas Prácticas para la Producción Lechera Bovina en toda la República Argentina luego de más de dos años de existencia de la norma; significando ello un orgullo por representar y demostrar el desarrollo del sector lácteo nacional y el impacto positivo del arduo trabajo conjunto de los distintos sectores públicos y privados involucrados.
¿Qué evalúa la norma?
- Se evalúan la presentación de documentación y registros.
- Requisitos de las instalaciones: pisos, iluminación, comederos, bebederos, corral de espera, sala de ordeño, sala de leche, instalaciones eléctricas, manejo integrado de plagas, etc.
- Requisitos del personal: higiene, riesgos y primeros auxilios, salud, seguridad, bienestar, capacitación, etc.
- Requisitos para los animales: alimentación y agua, crianza, recepción y despacho de animales, ordeño y condiciones de arreo, Plan de control y prevención de mastitis, salud de los animales, etc.
- Trazabilidad: identificación de los animales, identificación de animales tratados, trazabilidad de los insumos, etc.
- Requisitos de los insumos: Productos químicos y veterinarios.
- Gestión de residuos: productos de desecho, envases de productos veterinarios, envases de productos químicos, residuos sólidos inorgánicos, gestión de purines, etc.
- Gestión del ambiente: uso eficiente de recursos naturales, energía e insumos agropecuarios, rotación de cultivos, fitosanitarios, fertilizantes, información meteorológica, manejo y uso eficiente del agua.
Conclusiones
Las Buenas Prácticas Lecheras permiten lograr la sustentabilidad ambiental, económica y social para procesos en la unidad productiva, lo que da como resultado productos inocuos y de la calidad esperada. Se abre la posibilidad para el sector lechero argentino en cumplir con la normativa, que será clave para mejorar la posición en la cadena lechera internacional, que cada vez es más exigente desde el consumidor.