Agregó que “hoy no tengo stock, no hay nada de quesos, y si bien el mercado interno está débil, la exportación sigue tirando muy bien y se lleva todo con el sistema de vasos comunicantes”, refiriéndose a la deriva de leche de Pymes que venden o secan leche.
La única amenaza en el horizonte es el freno a las compras por parte de Brasil, el principal importador de lácteos argentinos.
Pero dado los bajos stocks y la recuperación en parte del canal HORECA, los industriales –casi sin excepciones- señalan que hay que aumentar fuerte el precio de los quesos en puerta de fábrica para recuperar los márgenes perdidos, y para poder pagar mejor la materia prima.