Nuestra última nota con Carlos Oddino

Esta fue la última nota –de decenas de entrevistas- que Grupo TodoAgro le hizo a Carlos Oddino, un excelente profesional y una persona íntegra y afable que falleció este martes 20 de diciembre a los 68 años de edad, lo que generó centenares de mensajes de condolencia en redes sociales.

La nota fue publicada en TodoAgro Edición Impresa nro. 696

Carlos Oddino trabaja hace más de 30 años con Abel Marinelli en Monte Chico. Lo conoció siendo asesor de La Serenísima en una de las reuniones que la láctea de Pascual Mastellone tenía con sus tamberos.

“El no entregaba leche a la empresa pero venía a las reuniones, y de allí construimos una relación. Al principio lo asesoraba vía telefónica, y luego nos relacionamos más estrechamente cuando se armó un grupo de lecheros Ruta 9 que lo tuvo a Abel como uno de los inspiradores. Así, durante unos 20 años trabajamos una decena de productores con muy buenos resultados, y a partir de una serie de experiencias conjuntas se puso también en marcha uno de los grupos de Cambio Rural Lechero”, rememora Oddino

-Si hiciera un recorrido histórico-productivo de Abel Marinelli, ¿qué dirías?

-Bueno, en ese momento Abel tenía unas 100 hectáreas, ordeñaba 200 litros, había empezado con menos… pero ya demostraba que había un líder dentro de él, pues tenía visión, decisión y pasión. Tenía una instalación precaria y luego tuvo una de 6 bajadas, y pensábamos que íbamos a tenerla muchos años pero luego tuvimos una de 8 bajadas, y luego de 10, y así fuimos recorriendo todos los ascensos y descensos de la lechería argentina.

Era un grupo de vanguardistas (o locos, para muchos), que comenzó a sembrar ray grass y a trabajar con boyeros eléctricos, que hoy son cosas cotidianas. Luego encerraron animales, y pasaron de 3 mil litros por hectárea a 20 mil, que ostentan hoy. “Nada se da de un día para otro en la lechería…”, dice Carlos Oddino.

-Contanos un poco sobre el aporte del silo a esta estrategia, y particularmente del heno de calidad

-Claro, yo estuve durante 20 años en el área de extensión de Mainero, y me tocó ser parte del rollo primero y del silo, luego. En esa época no había enrolladoras y mucho menos picadoras, no existía el concepto de reserva de alimento. Con la picadora de maíz viene una verdadera revolución, pues con una hectárea se podía tener más de una vaca, sino la comida para casi cinco vacas, dependiendo la zona.

-¿Cómo definiría a este tambo Monte Chico, desde el punto de vista de su estrategia productiva?

-Aquí no se hacen verdeos, es un tambo que produce alfalfa y maíz. Se pica la pastura y con eso se consigue la alimentación para todo el año. Se hace earlage, agrega balanceado con pellets de soja y con todo eso se construye la dieta. Estamos en torno a los 27 litros promedio por vaca por año.

En Monte Chico se produce toda la comida que se utiliza, salvo el balanceado. Se siembra soja y se canjea por pellets, y el servicio de preparación de dietas es contratado, pues las dimensiones y volumen de la explotación no amerita la inversión en maquinaria propia.

Las etapas de Marinelli

Cuenta Oddino que en Monte Chico hubo tres épocas reconocibles: una pastoril, con producción de leche. Pastoril pura con muy poco grano, fue una etapa de cierto progreso, moderado. Una segunda etapa sucede cuando el grano ya es una componente importante de la dieta alimentaria, se hacían fardos para alimento y una parte se vendía, se hacían verdeos, siempre con buenos resultados de ray grass en esta zona. Con verdeos y maíz picado grueso se dio paso a un proceso de intensificación.

La tercera etapa es la que se inicia cuando se decide encerrar animales a cielo abierto, hacer silo de maíz y de alfalfa y picar. Con eso se logra administrar con más rigor la alimentación y se  comienza a lograr los parámetros de eficiencia que muestra hoy Monte Chico.

En la zona de La Herradura no llueve mucho y el suelo es arenoso, con lo que se consigue cierta estabilidad productiva. Tiene cinco piquetes: uno para vacas secas, otro pre parto, otro para vacas frescas (hasta 30 días) y enfermas, y los otros dos para vaca en ordeñe y vaquillona en ordeñe.

-Estamos en el nivel máximo de eficiencia o puede hacerse sintonía fina, aún…

En esta estrategia de encierro abierto tenemos el límite del verano, pues en esa época cae mucho la producción. Para ir a 30 litros tendríamos que incorporar un tercer ordeño con toda la organización extra que demandaría para aumentar solo un 15% la producción. La otra opción es pasar a un modelo estabulado pero estamos lejos de tomar esa decisión.

La idea es agregarle valor a la leche, y para ello junto a otros tamberos se produce queso a fazón con lo que se comienza a conocer la lógica de otro mercado: el quesero. Habrá que ver qué depara el futuro pero Monte Chico es sustentable y tienen armada una estrategia para consolidarse y sostenerse. “si observamos una tendencia, vemos que cada año van a quedar menos tambos y se aprecia un crecimiento de la industrialización, como modo de no quedarse solo en producción primaria”, razonó Oddino, con prospectiva mirada.

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