Nigeria tiene una larga tradición de producción lechera a pequeña escala, especialmente en zonas rurales. Sin embargo, el proceso de urbanización ha incrementado significativamente la demanda de productos lácteos industrializados, como leche en polvo, fórmula infantil, yogur, queso y manteca.
En 2024, Nigeria importó productos lácteos por un valor estimado en 267 millones de dólares, principalmente en forma de leche en y crema en polvo, que luego son reconstituidas en otros productos.
Producción nacional
El sector lácteo está dominado por un sistema informal que representa alrededor del 95 % del total, mayormente controlado por pastores Fulani del norte del país. Estos sistemas tradicionales producen entre 0,5 y 1 litro de leche por vaca por día, y procesan la leche localmente en productos como yogur, manteca y queso blando. El sector formal, mucho más pequeño, está compuesto por empresas locales y multinacionales que combinan leche local con insumos importados para abastecer el mercado urbano. Las instalaciones de procesamiento suelen estar en ciudades, especialmente cerca del puerto de Lagos.
La producción nacional no alcanza para cubrir la demanda interna. Se estima que Nigeria produce solo 570 millones de litros de leche por año, frente a una demanda de aproximadamente 1.600 millones, lo que obliga al país a importar alrededor del 60 % de los productos lácteos que consume.
Políticas gubernamentales
El gobierno nigeriano impulsa una política de “integración hacia atrás”, exigiendo a los importadores de leche en polvo que incorporen un 5% de contenido local por año, con el objetivo de alcanzar un 50% de abastecimiento local en un plazo de 10 años. Sin embargo, en la práctica, esta política rara vez se hace cumplir estrictamente. La incertidumbre normativa genera barreras de entrada para nuevos actores, favoreciendo a grandes empresas ya establecidas con capacidad financiera para combinar producción nacional e importación.
Tendencias del mercado
Los productos más consumidos en áreas urbanas son la leche en polvo, las fórmulas infantiles, la leche fluida –empaquetada-, yogures, helados y quesos. La leche en polvo es particularmente popular debido a su estabilidad sin refrigeración, una ventaja importante dado el acceso limitado a la cadena de frío y la energía eléctrica en muchas regiones. Dentro de este segmento, domina la leche en polvo mezclada con grasas vegetales por su precio accesible, algo fundamental en un mercado muy sensible al precio.
Las fórmulas infantiles siguen siendo muy importantes debido a la alta tasa de natalidad. La proteína de suero y la lactosa son utilizadas principalmente en fórmulas infantiles y bebidas nutricionales. Aunque el consumo de queso y manteca aún es reducido, su demanda crece en sectores como hoteles, restaurantes y cadenas de comida rápida.
Importaciones y principales proveedores
En 2024, el 82 % del total de las importaciones lácteas correspondió a leche y crema concentradas, principalmente en polvo. Estas se importan desde la Unión Europea y Nueva Zelanda, que dominan el mercado gracias a sus precios competitivos y la relación directa con grandes importadoras. Estados Unidos viene incrementando su presencia con proteína de suero, lactosa y suero en polvo (68 %), impulsadas por la demanda de la industria alimentaria y de bebidas saludables.
Oportunidades para exportadores
El crecimiento en el consumo de lácteos representa una oportunidad para los exportadores, especialmente en productos como leche en polvo, fórmula infantil, proteína de suero, lactosa y otros ingredientes especiales para nutrición deportiva, panadería e industria alimentaria. También hay potencial para el queso tipo mozzarella, orientado al sector gastronómico urbano.
Las mejores perspectivas se encuentran entre los procesadores de alimentos y lácteos locales que requieren ingredientes importados. Sin embargo, las grandes multinacionales tienden a tener vínculos comerciales con Europa, por lo que solo consideran a otros países para insumos especializados o cuando hay ventajas claras en precio o calidad.