- Tendré vacas en el rango más eficiente de la curva de lactación.
- Eliminaré menos animales por problemas reproductivos.
- Más descendencia= más animales vendidos y/o más recría.
- Mejora genética más rápida.
Sabemos que las altas producciones al inicio de la lactación hacen difícil compatibilizar la producción con la fecundación y la gestación. Durante muchos años en España se ha seleccionado la raza Frisona Holstein por caracteres productivos y de tipo, sin atender a otros parámetros como la fertilidad. A pesar de que en la última década observamos un cambio de tendencia, con una recuperación de la fertilidad, al mismo tiempo que la producción sigue aumentando (Stevenson, 2016). Para una buena gestión técnica del rebaño es importante tener claro que necesitamos tener registrados una serie de datos (índices reproductivos) que nos permitirá:
• Valorar y cuantificar un problema en la granja.
• Fijar objetivos de mejora a corto y largo plazo.
• Evaluar la evolución de nuestra explotación.
Retorno económico de una MEJORA REPRODUCTIVA:
¿Qué datos son prácticos y me dan realmente información de la situación reproductiva de mi rebaño?
Hay que tener en cuenta siempre que cada granja es un caso particular, pudiendo observarse diferencias importantes de un año a otro sin haber realizado grandes cambios; por ello la complejidad de la gestión reproductiva en una granja de vacas de leche de alta producción.
Así, basándonos en unos sencillos parámetros que veremos a continuación, podremos valorar de forma objetiva la ER de nuestra explotación.
Periodo de espera voluntario (PEV): ¿Cuándo inseminar a las vacas?
La buena persistencia de la producción en las primíparas, en especial si no están gestantes, su mayor facilidad para preñar y las altas producciones en el momento del secado, deberían hacernos diferenciar el PEV de cara a la primera inseminación en relación a las multíparas.
Si, además, tampoco queremos comprometer el pico de lactación de las vacas que queden preñadas a la primera inseminación, el periodo de espera voluntario como norma general debería ser de 60 días para las multíparas y llegar hasta los 100 días para las primíparas.
Media de Días en leche (DEL): La curva de producción lechera se caracteriza por un pico en torno a los 45-60 días posparto, a partir de ese momento, los rendimientos empiezan a decrecer gradualmente hasta el secado, por lo que la media de producción del rebaño será más baja cuanto más vacas tengamos en la 2ª mitad de lactación. Esto hace que sea necesario preñar a las vacas lo antes posible, una vez pasado el PEV, para no alargar demasiado la curva de lactación.
Intervalo entre partos (IP) y Días Abiertos (DA): intervalo entre parto y la inseminación fecundante
Visión clásica: objetivo económico 400 días IP = 115 DA
Visión actual: granjas con buenas producciones y bajos costes de producción: 420 días IP –140 DA Granjas con malas producciones y/o altos costes de producción: <400 días IP 115 DA
IMPORTANTE: Cuanto más cerca está el DA del pico de producción, menor coste tiene un DA.
% Vacas gestantes: % vacas diagnosticadas respecto al total de vacas presentes. El objetivo ideal es del 50- 60%, pero suele estar muy marcado por la estacionalidad. Buen indicador de la productividad (partos) futura.
% Vacas secas: el mínimo posible. Un rendimiento reproductivo excelente, en ocasiones puede llegar a suponer un freno de la productividad, por aumentar los días improductivos de nuestras vacas (% vacas secas) y como en esos casos, puede cobrar sentido el hecho de prolongar el PEV.
% Partos respecto vacas adultas: indica el nº partos respecto a vacas adultas del último año. El objetivo es cerca del 85%. Considera partos de las novillas.
% Vacas vacías >150 DEL: nos da una idea de la cantidad de “vacas problema”, cuantas menos mejor, ya que aumenta los DA, el límite debería ser <25%.
Tasa de pérdidas embrionarias: pérdida de gestación tras un diagnóstico de preñez positivo, media: 12%. Aunque depende desde qué día se realice el diagnóstico de preñez.
Tasa de preñez (% de vacas preñadas de las disponibles en un periodo determinado): es el índice que nos indica la velocidad a la que somos capaces de conseguir la gestación.
Tasa de preñez% = Fertilidad% x Detección de celos %
A- Fertilidad: importante evaluarla por toro, inseminador, nº lactación, tipo de protocolo, etc.
La mejora de la fertilidad no debe ser un objetivo en sí mismo; en cambio, el Intervalo entre partos reducido es un objetivo válido, ya que está relacionado directamente con los resultados técnicos y económicos de la explotación.
Dos objetivos en la sincronización: Buena fertilidad a la 1ª inseminación y resincronizar las vacas rápidamente para evitar exceso de días abiertos (DA).
B- Detección de celos en 21 días: nº vacas vistas en celo/ nº vacas disponibles para inseminar en 21 días.
Objetivos alcanzables en mi explotación:
• Tasa de concepción/fertilidad >30-35%
• Detección de celos >60-70%
• Tasa de preñez >20% (concepción x detección celos)
Edad a al primer parto: si reducimos la edad al 1º parto mejoramos la capacidad productiva de los adultos, reducimos la reposición necesaria y los días improductivos de una novilla. La edad óptima es de 22-24 meses.
Conclusiones:
Los índices reproductivos son importantes para saber el estado actual y futuro de nuestra granja y poder marcar objetivos entre todas las partes que colaboran para mejorar la rentabilidad: ganadero, técnico de reproducción, nutrólogo, clínico.
- Gracias a los datos podremos establecer PEV adecuados a nuestros animales en función de la productividad y la eficiencia reproductiva.
- Tenemos que tener la menor cantidad posible de animales improductivos en la explotación (vacas secas y novillas).
- Una buena fertilidad en los protocolos y una mejor detección de celos, determinarán la eficiencia reproductiva de nuestras vacas.
Fuente: Revista Frisona