Comer Roquefort tiene muchos beneficios para la salud. Este exquisito queso, también llamado queso azul, tiene propiedades antiinflamatorias, estimula la salud visual, ósea y dental, entre muchas otras virtudes.
El Roquefort también aporta vitaminas B y B12 a quienes tienen deficiencias en esas vitaminas. Además, según un estudio británico, el Roquefort tendría virtudes antiinflamatorias insospechadas. Por lo tanto, es un perfecto alimento anti-envejecimiento.
Las propiedades del queso Roquefort, este posee una corteza crujiente de color blanco, que recuerda al marfil, ligeramente húmeda y brillante. Su sabor se describe como fino e intenso, con notable gusto en el paladar y un toque salado ligero. Su masa es fresca y suave, con ligero aroma a moho que se lo aporta la gran cantidad de motas azules o verdes que se expande a lo largo de su superficie.
Su envasado también es peculiar, en busca de una conservación práctica y de calidad, con un sellado que facilita su apertura a través de un sistema de bandeja deslizante y una presentación vertical para mejorar su visibilidad.
En su corteza se pega el logotipo de la marca colectiva Oveja Roja, la cual se creó en los años treinta para asegurar la legitimidad de este producto en los países a los que se exporta.
El queso Roquefort contiene ácidos grasos en cantidad considerable, por lo que es recomendable tener un control del colesterol durante su ingesta, controlando las raciones. Este alimento es rico en proteínas, con unos 20 gramos por cada 100, así como en sal, ya que una pieza de 30 gramos supondría un tercio del consumo diario recomendado.
También es una fuente considerable de calcio y fósforo, lo que supone que sea un aliado muy beneficioso para procurar una buena salud dental y ósea.
Los vegetarianos recurren al queso azul en su dieta por su contribución en términos de vitamina B12, así como en vitamina A y B2, las cuales suponen un avance en la reparación de tejidos y en el mantenimiento en óptimo estado de la salud visual.
Fuente: Diario Uno