Investigaciones recientes han puesto a prueba estos estándares, mostrando que un período de secado gradual, un período seco más corto y el tratamiento selectivo podrían dar como resultado mayor producción de leche y una reducción de la cuenta de células somáticas (CCS).
Holly Parks, estudiante de maestría del Tecnológico de Virginia, junto con el profesor asociado de fisiología nutricional Ben Corl, describieron en un artículo del boletín Virginia Dairy Pipeline algunos protocolos para vacas secas que han sido puestos sobre la mesa en investigaciones recientes.
El período seco permite que la vaca se prepare para recibir al becerro y brinda tiempo para que la glándula mamaria se reconstituya. A medida que las vacas son tratadas y trasladadas a un corral separado para vacas secas, las investigaciones han demostrado que cuidados adicionales podrían ser benéficos para una lactancia más productiva en el futuro. “El manejo de vacas secas mediante métodos de cese de ordeño, cambios en la terapia de vacas secas y una reducción en la duración del período seco son prácticas adicionales que podrían mejorar la probabilidad de una lactancia subsecuente más productiva,” señalaron los investigadores.
Duración y momento del secado
Después de que las vacas reciben tratamiento, la glándula mamaria pasa por un proceso de involución. La glándula mamaria continuará produciendo leche hasta 36 horas sin ordeño, cuando la ubre alcanza su capacidad máxima. Las células alveolares responsables de la producción de leche comenzarán lentamente a morir y a ser reabsorbidas alrededor del día 11 después del secado, reduciendo la presión. Esto ha impulsado nuevas investigaciones sobre si el método de secado abrupto o el gradual es mejor para la vaca.
El secado abrupto ocurre cuando el establo continúa ordeñando a las vacas regularmente hasta el día del secado, mientras que el secado gradual reduce lentamente la cantidad de ordeños hasta el día del secado. “La investigación sobre el cese gradual ha encontrado que la salud de la ubre mejora, presentando menos casos de mastitis clínica durante el período seco y al momento del parto,” refirieron Corl y Parks. El mismo estudio también mostró que las vacas que daban más de 15.8 kg de leche por día al momento del secado presentaban mayores niveles de CSS en la siguiente lactancia.
En comparación con los procedimientos estándar de secado de 60 días, también hay investigaciones que destacan los beneficios de hacerlo antes de ese lapso. Un estudio mostró que implementar una duración más corta (40 días) puede reducir la mastitis y los problemas durante la transición. También mostró un aumento en producción de leche y mejoras en la reproducción y el equilibrio energético, sin efectos negativos en la producción de calostro, señalaron los investigadores.
¿Tratar o no tratar?
Aunque estos resultados son específicos para cada establo, considere cómo puede mejorar sus protocolos de secado. Mientras que el tratamiento general trata todos los cuartos con antibióticos intramamarios, el tratamiento selectivo se enfoca principalmente en los cuartos infectados. Parks y Corl también escribieron: “La investigación ha demostrado que el uso de tratamiento selectivo no tiene efectos negativos en la cuenta de células somáticas ni en la producción de leche en la siguiente lactancia. Utilizar tratamiento selectivo permite a los establos reducir el uso de antibióticos y los costos en vacas secas sin afectar la salud de la vaca y la producción de leche en una lactancia posterior.”
A medida que los estudios evalúan cómo las prácticas de secado afectan los rendimientos de leche y la mastitis, es importante recordar que cada decisión de manejo debe centrarse en lo que funcione mejor para su operación. Consulte con su veterinario y expertos en nutrición sobre cómo ajustar su programa actual de vacas secas.
por Jenna Byrne – Editora asociada de Hoard’s Dairyman – Publicado en www.hoardsenespanol.com