A eso se sumaba la gran cantidad de ejemplares por división. Todo hizo que la mayoría de los que colmaban las gradas opinaran que se estaba en presencia del mejor show en años.
Indudablemente a todo esto se sumó el extraordinario trabajo realizado por Pierre Boulet, en calidad de jurado oficial, acompañado, como asociado, por Richard Landry, de Quebec, quienes demostraron la amistad que los une y especialmente el amor y la pasión que sienten por las vacas.
Finalmente resulto Gran Campeón Hembra la ganadora de la división Vaca 5 Años, Oakfield Solom Footloose-ET presentada por Duckett Holsteins, Vierra Dairy and Tim & Sharyn Abbott.
“Sin duda pudimos vivir una fiesta increible este fin de semana en WDE, viendo un desfile incesante de vacas espectaculares. Pero la reina que se llevó todas las miradas fue Oakfield Solomon Footloose, quien fuera coronada Campeona Suprema, y no hace falta saber mucho de vacas para darse cuenta que es una vaca extraordinaria, sino no hubiera ganado ese premio”, dijo Horacio Larrea, experto en genético en su Facebook.
Agregó que “no existe la vaca perfecta pero seguramente ella tiene mucho de qué hablar. Mi amigo Carlos Ignacio Herrera le sacó esta foto desde el costado de la pista y coincido con El, cuando afirma que deslumbra por su fortaleza lechera. Pero mirando la foto en detalle, creo que hay algo muy impresionante para destacar, y es ver el piso de la ubre y la forma en que toda la ubre está insertada en el cuerpo, en una vaca de 5 años y 4 partos… Es realmente impresionante”.
Puntualiza Larrea que “muchos estudios hablan de la enorme correlación que hay entre la fortaleza de la inserción anterior y la durabilidad de la ubre. Cuando una vaca tiene su ubre fuertemente adosada a la pared abdominal, rara vez se la descarta por problemas de ubre”.
Añade que “en el caso de Footloose, si pensamos que es una vaca que ya va en su cuarto parto a los 5 años, impresiona ver que su ubre, además de estar perfectamente adherida al cuerpo, conserva el piso de la ubre bien por encima del piso de la panza, (marcado con la línea amarilla, paralela al suelo). Pero mucho más llamativo aun, es que si trazamos una línea paralela a la del piso de la ubre pero a la altura donde nace la inserción posterior y hacemos lo mismo al nivel donde nace la inserción anterior, vemos que a ambas paralelas las separa una distancia enorme, lo que es muy difícil de ver!. Eso es lo que se llama el «enganche» de la ubre, y es un gran indicador de durabilidad. La ubre esta «prendida» al cuerpo tanto por delante y por detrás, lo que le da muchísima durabilidad”.
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